La recesión y el alza de precios acecha a las agencias

Las agencias de viajes insisten en la amenaza de dos frentes durante el próximo 2023. El último Informe de Temporada Invierno 2023/23 de Observatur revela que se mantiene cierta incertidumbre ante el contexto general, y se declaran especialmente expectantes ante la situación económica. (Las agencias confían en esquivar la recesión posverano)

En primer lugar, un 80% de los profesionales temen que en los próximos meses tenga lugar una fuerte recesión económica que ponga en riesgo la línea ascendente que vienen experimentando desde el segundo trimestre de 2022. Asimismo, un 70% se muestra altamente preocupado por el efecto que tendrá la subida de los precios derivada de la inflación; y un 31% lo hace por la guerra en Ucrania.

La incertidumbre política en España asoma por primera vez en las opiniones de los participantes en el estudio. Un 20% cree que supondrá un escollo en la reactivación, doblando porcentualmente a aquello que ven un grave problema en la masificación turística (10%).

Pese a ello, las previsiones mantienen el optimismo general para el próximo año. La mitad de los consultados estima una facturación superior para el próximo ejercicio, si se toma como referencia el periodo de normalidad previo a la pandemia. Asimismo, por primera vez en mucho tiempo, hay expectativas positivas en cuanto al empleo en este subsector, muy golpeado en los últimos años. (Las agencias de viajes, al margen de la ansiada recuperación)

En esta vuelta a la normalidad destaca la recuperación de los viajes internacionales, que en 2023 despegarían. Las opiniones más favorables se concentran en las capitales europeas (+34%) y en los cruceros (+33%). También son positivas, aunque en menor medida, las estimaciones respecto a los grandes viajes. El Caribe también se mantiene fuerte.

En cualquier caso, los agentes vaticinan que los viajes nacionales seguirán reinando. Las mejores predicciones se concentran en el apartado playa-islas. En el resto de los destinos nacionales, los pronósticos se sitúan globalmente muy cerca de la estabilidad.