Ryanair pierde 273 millones de euros en el primer trimestre de su año fiscal (de abril a junio), lo que supone un incremento del 47% en comparación con los 185 millones del mismo periodo de 2020.
Llama la atención este empeoramiento del resultado neto cuando el resto de indicadores muestran una evolución favorable. La low cost, que ha adoptado una política de precios especialmente agresiva, ha transportado 8,1 millones de viajeros en el citado periodo, frente a los cerca de 500.000 de los mismos meses de 2020, en pleno inicio de la pandemia (Ryanair tira de gangas para llenar sus aviones: billetes por solo 4,99 euros).
Sus ingresos se disparan un 196%, pasando de 125 a 371 millones de euros. También se incrementa de forma significativa su factor de ocupación, desde el 61% de hace un año al 73%.
Su CEO, Michael O'Leary, reconoce que "el Covid-19 continuó causando estragos durante el primer trimestre con la mayoría de los vuelos de Pascua cancelados y una relajación de las medidas de la Unión Europea más lenta de lo esperado".
Pese a ello, confía en una rápida recuperación del negocio a medida que se produzca el esperado levantamiento de las restricciones. "Esperamos que el resultado probable para el año fiscal 2022 esté entre una pequeña pérdida y un punto de equilibrio. Dependerá de la evolución de las vacunas y de que no se desarrollen nuevas variantes de Covid", señala.
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