La AESA -Agencia Estatal de Seguridad Aérea- viene endureciendo últimamente sus sanciones contra las aerolíneas. El organismo dependiente de Fomento ha aprovechado el eco mediático de la crisis operativa de Vueling para salir a la palestra con un expediente a la aerolínea barcelonesa. Pero al mismo tiempo, sigue dilatando la concesión de permisos a los nuevos aviones la compañía, en un juego de dos barajas que ha sorprendido al mundillo de la aviación.
Las compañías aéreas españolas están hartas de las trabas de la AESA. Entienden que la seguridad es lo primero, por supuesto. Pero hay unanimidad en que este factor prioritario está llevando a una forma de trabajar alejada de favorecer a la industria. Entienden que abusan de su poder para postergar en demasía la concesión de licencias o AOCs. Las aerolíneas tienen pruebas que provocarían sonrojo sobre la forma de trabajar del organismo.
Ninguna compañía se atreve evidentemente a salir públicamente a criticar a quien le concede los permisos. Sería, como es obvio, ganarse al peor enemigo posible. Pero en privado claman estar indignadas porque los inspectores se escudan en la importancia de su trabajo para ir a un ritmo fuera de toda lógica. Por ejemplo, cuando argumentan que tienen mucha carga y que su caso está en estudio, pero les pillan con que ni han abierto el manual que les han enviado hace meses.
Este organismo representa así los peores tópicos del funcionariado español. Vuelva usted mañana. Todas las aerolíneas han de pasar por el aro, y ante ese poder se comenten dilataciones injustificables. La industria aérea nacional viene padeciendo en los últimos años esta forma de operar. De hecho, solo queda una aerolínea de capital español entre las siete mayores en el país. Álex Cruz viene tiempo denunciando el enorme coste que tiene para España la falta de una estrategia aérea y de más eficiencia en sus instituciones.
Vueling tiene pendiente recibir el AOC de la AESA en alguno de los aviones que está recibiendo. Llama la atención por tanto que un organismo que pone trabas a la operatividad de una aerolínea, precisamente sea el mismo que anuncia a los medios que va a sancionarla. La industria de la aviación ha tomado esta actitud del organismo de Fomento como el colmo de su desprecio por la iniciativa empresarial aérea en España. A partir de ahora serán más contundentes en sus críticas contra la agencia e irán sacando pruebas que muestren que las tardanzas van más allá de la mera exhaustiva inspección técnica, a no ser que se tomen cartas en el asunto desde arriba.
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Y con los controladores hace 5 años que pasa? Y otro montón de casos, en contra de los consumidores, que se están cerrando en falso y que diez años después se vuelven a abrir y se destapa la muerda. (Metro de Valencia)
Creo que se debería investigar a AESA por si tuviera un trato de favoritismo a amigos del clan.
Invito a Preferente. comm que realice una encuesta con la pregunta ¿Existe favoritismo en AESA?. Todos nos podemos llevar una sorpresa. De todos aquellos que callan.
Corruptos en todas partes que permiten lo que permiten.
AESA se ha convertido en un monstruo que sólo genera burocracia. Con la excusa de la seguridad ponen trabas,complican las cosas q funcionaron siempre y crean papeles,papeles,papeles....un chiringuito para llenar de sopas bobas a muchos euros al mes. Una inutilidad que no compensa absolutamente nada.
Lo que ocurre en AESA no pasa en ningun otro sitio. Los que conocemos bien como funcionan estos organismos en otros paises, vemos con pena y frustraccion como tenemos una enorme desventaja competitiva con esas compañias aereas de los paises vecinos ya que todos sus tramites y aprobaciones les lleva una decima parte del tiempo que nos lleva en España. Esto provoca que nos vayan comiendo terreno con mucha rapidez y no podamos defendernos. Eso si, luego haremos lo que se nos da tan bien a los españoles, lamentarnos mucho pero ya sera demasiado tarde y no tendra remedio... Esto hasta cuando tendremos que aguantarlo??
Ni presentando el papeleo con los plazos que se han sacado de la manga son capaces de ajustarse a las fechas de entrega de las aeronaves. No se los miran. No saben ni cuándo les entran los papeles por ventanilla. Se ponen tarde a mirarlos y encima aprovechan las prisas del operador para obligarles a meter cosas absurdas en sus manuales de operaciones ya que al final el operador hará cualquier cosa para que el expediente salga adelante. Esto es un negocio, majetes, un avión tiene que volar y si está parado 3 meses por vuestras santísimas ganas sólo porque no sabéis qué es un winglet se pierde mucho dinero. Y si no sabéis cómo funcionan las compañías, venid a hacer prácticas durante unos meses. Eso sí, con una cláusula de que si no rendís como toca, no podréis ejercer de inspectores...