Las lluvias durante el arranque de esta semana y las previstas para el Jueves Santo y Viernes Santo están golpeando notablemente la ocupación de los hoteles de la provincia de Cádiz. Según recoge La Voz Digital de la patronal Horeca, las estimaciones iniciales eran de un 76,07% para Semana Santa, y ahora, tras las cancelaciones, se sitúan en torno a un 68% (Costa del Sol: cancelaciones generalizadas por el mal clima).
“Hemos bajado las previsiones”, reconoce el presidente de la asociación, Antonio de María, pero “ya veremos luego qué ocurre cuando tengamos los datos una vez que termine la Semana Santa. Hasta que no llegue el jueves, no tiramos la toalla”.
En su opinión, un cambio de rumbo en la tendencia meteorológica daría un vuelco a las nuevas previsiones. “Si por la noche escucha la gente en el telediario que al día siguiente va a haber buen tiempo, mañana se viene todo el mundo para acá”. Además, confía en que la diversidad de oferta de la región haga que los turistas cambien sus planes, pero no cancelen su viaje.
El apartado positivo lo protagoniza Conil, que aún mantiene unas sólidas estimaciones de un 89% pese a la tendencia negativa. Asimismo, Sanlúcar de Barrameda prevé que las pernoctaciones de visitantes ronden el 86,6%.
Pero lo que sí parece claro es que los datos estarán por debajo de los del año pasado. En la Semana Santa de 2023, la ocupación media fue de un 84,89%, 16 puntos más que lo esperado para el mismo periodo del 2024.
De igual manera, se espera que los bares y restaurante sí sufran como mayor crudeza el impacto del mal tiempo por el efecto en las terrazas. “Dentro de los locales seguro que trabajaremos, pero estaremos a medio gas en caso de que las cosas empeoren”, añade De María.
La pena son las procesiones, el resto más tranquilo estará.