¿Para qué entenderlo?

Más o menos las cosas son así: los socialistas de Francina Armengol pidieron a Pedro Sánchez, el secretario general del partido, a nivel nacional, que pactara con Podemos en lugar de hacerlo con Ciudadanos. Sánchez, que celebró la propuesta de Armengol, que la elogió, terminó haciendo un pacto con Ciudadanos.

Posteriormente, Sánchez, siguiendo su promesa, consulta con las bases, con los militantes, si están de acuerdo con el pacto con Ciudadanos. En Baleares logra el apoyo del 75 por ciento de los que votaron. Es decir, que las bases de Baleares parece que estarían en contra de Armengol, si es que he entendido bien.

La portavoz para estos asuntos, Bel Oliver, preguntada si tiene alguna relación que la dirección pida un pacto hacia la izquierda con que Sánchez vaya hacia la derecha, responde “no, no tiene nada que ver”, sugiriendo que no es lo mismo Podemos que Podemos, ni Ciudadanos que Ciudadanos.

Si ustedes encuentran una pizca de coherencia en todo esto, contesten en los comentarios. Pero tampoco se vuelvan locos buscando cómo se come esto, porque hemos llegado a tal nivel de inconsistencia y frivolidad en los planteamientos políticos que bien pudiera ser que Armengol en realidad esté a favor de Ciudadanos y Sánchez a favor de Podemos. El problema debe estar en quienes pretendemos entender estas cosas.