Los expertos en aviación atribuyen las colosales turbulencias que afectaron al avión de Singapore Airlines en su vuelo entre Londres y Singapur a la entrada en una zona de inestabilidad bien conocida denominada Intertropical Convergence Zone (ICZ) (Tragedia en un vuelo de Londres a Singapur por turbulencias extremas).
Los pilotos normalmente intentan evitarla, pero a veces no hay opciones. Alrededor del mar de Bengala discurre esta zona “donde las tormentas son habituales”, dice un piloto, Marco Chan.
“Las tormentas son perfectamente visibles en las pantallas de navegación, pero muchas veces no es posible rodearlas porque puede tener un ancho de hasta 50 millas náuticas”. Las embarcaciones también sufren, donde los vientos del norte y del sur se encuentran.
El calor solar y las aguas tibias calientan el aire que sube hasta que llega a una altitud en la que se refresca. Esto genera tormentas constantes y frecuentes que probablemente provocaron el problema en el avión de Singapore. Los pilotos también recuerdan la extraordinaria calidad del Boeing 777, capaz de soportar una situación tan extrema.
Una zona de este tipo es la que enfrentó también en las costas norteñas de Brasil el avión del vuelo 447 de Air France que terminó por caer al mar por la incapacidad del piloto para resolver el problema que se agravó por la congelación de unas sondas.
¡¡¡Un momento!!!
Fallo de las sondas, fallo de las indicaciones, fallo del sistema de control de mandos, fallo de los avisos de emergencia.... y ya si eso, fallo del piloto, si es lo que ustedes gustan.
Eso sí, fallo de los procedimientos de selección de las personas adecuadas, fallo de los programas de instrucción, fallo de la verificación del aprendizaje, selección de pilotos por precio, negligencia por parte de las autoridades, etc.
Eso con el air france, pero es que ahora vemos como la negligencia por parte de las autoridades americanas al ceder la verificación al constructor ha puesto en peligro a los ciudadanos que les pagan el sueldo
Demasiados fallos..