Los hoteles de la Comunidad Valenciana, que se encuentran trabajando a pleno rendimiento, afrontarán la que será “la primera prueba de fuego de la normalidad absoluta”. Así lo destaca el presidente de Hosbec, Fede Fuster, quien se muestra convencido de que “estamos muy bien preparados para ello” (Benidorm: los ingleses salvan el arranque del año).
En conjunto, la previsión de ocupación hotelera para la Semana Santa se sitúa entorno al 80%. En el caso concreto de Benidorm, su destino estrella, el porcentaje baja al 74% para el periodo comprendido entre el 1 y el 10 de abril, así como al 75,4% para las fechas de mayor demanda, del 6 al 10 del mismo mes.
La organización empresarial espera que las reservas de última hora, las cuales previsiblemente se verán favorecidas por el buen tiempo, puedan ayudar a elevar estos datos hasta cinco puntos porcentuales en los próximos días.
Para Fuster, las cifras de esta Semana Santa “reflejan una superación definitiva de los difíciles años del Covid”. “La competencia turística es una constante porque todos los destinos están abiertos, operativos al 100% sin restricciones, y se ha recuperado también todo el mercado de media y larga distancia”, detalla.
“Volvemos a luchar por nuestros turistas, además en un escenario económico complicado. Además, se suma también la competencia del alojamiento en viviendas que crece exponencialmente”, sentencia.
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