La nacionalización del BES entorpece que Iberostar se quede sus hoteles

El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, ha anunciado este domingo la inyección de 4.900 millones de euros en el marco del plan de reestructuración y recapitalización del Banco Espírito Santo (BES), y los contribuyentes lusos no tendrán, en principio, que hacerse cargo de esta crisis bancaria, que nadie en el país quiere llamar nacionalización, aunque de facto lo sea.

Esta 'nacionalización' del Espirito Santo supone un freno a la venta de su grupo hotelero, Tivoli, a un consorcio formado por el fondo norteamericano Pimco, Iberostar y la firma suiza Helvetia, quienes según Expansión habían hecho la mejor oferta hasta ahora con 333 millones en metálico, en tentativas superiores a las de un grupo tailandés, Cerberus y un inversor portugués.

Tivoli cuenta con 14 hoteles, doce en Portugal y dos en Brasil, y en la oferta vinculante que era la favorita, presentada a finales de junio, Pimco ponía casi todo el capital, mientras que Iberostar sería el administrador y gestor de los activos hoteleros.

La crisis del holding se inició hace algunos meses cuando el Banco Central de Portugal identificó irregularidades en sus cuentas de 2013, que no afectan al banco pero que sí que han lastrado su evolución en bolsa en 2014. Según el regulador luso, la situación de solvencia del banco "es sólida" tras la ampliación de 1.000 millones cerrada recientemente, y no quiere que ésta se contagie de los problemas de sus accionistas.

Ahora, la recapitalización se hará mediante el Fondo de Resolución, entidad privada, que aportará directamente 500 millones de euros y que recibirá del Estado luso un préstamo por valor de 4.400 millones de euros restantes. El dinero público procede del programa de ayuda financiera de la troika, que incluye una línea de 12.000 millones de euros destinados a la recapitalización para los bancos que lo necesiten, de la que todavía había disponibles más de 6.000 millones de euros.