Por supuesto, en España y en muchos otros lugares turísticos existe un problema de exceso de visitantes. Por ese motivo, es importante analizar el tema y tomar decisiones. Pero hay que tener cuidado, mucho cuidado con algunas cosas.
Primero: el turista no viene porque sea un ser despreciable que ha decidido entrometerse en nuestras vidas y fastidiarnos; nosotros durante décadas hemos ido a buscarlos y hemos implorado que vinieran. La última vez fue hace tres años, en la pandemia.
Segundo: debemos estudiar qué hacer, pero tendríamos que extremar el cuidado en no trasmitir la idea de que despreciamos al visitante. A mí me ofendería llegar a un lugar y ver carteles que ponen “Tourists go home”. Un pueblo culto comprende que los culpables de estos problemas no son estas personas en particular sino un modelo del que nosotros sacamos mucho más que los visitantes.
Tercero: en línea con lo anterior, decenas de medios de comunicación europeos publican estos días mensajes turísticamente tremendos, diciendo que hay rechazo en España hacia ellos. Obviamente, esto va a resolver el problema, pero no era esto lo que buscábamos.
Hay que ir con cuidado, hay que ser respetuoso con los extranjeros y hay que recordar que los hemos ido a buscar.
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Ojo con que el turismo nos expulse a nosotros. Si ocurre la fobia contra la turistrificación es por algo.
Si los promotores de este fabuloso negocio no se moderan y ofrecen sostenibilidad y seguridad para la vida ciudadana, su gallina de los huevos de oro puede quedarse estéril porque el fenómeno irá a más.
Y creo que se olvida de un punto muy importante, casi todos nosotros hemos sido o seremos "turistas" alguna vez fuera de nuestro lugar de residencia ¿nos gustaría que nos tratasen mal?
Para mí el problema de la masificación (y la falta de vivienda en alquiler) tienen su origen en el crecimiento desmesurado de vivienda vacacional en los últimos años, unas viviendas que antes servían para "vivir" no para hacer negocio.
El problema es tomar “el todo por la parte”, generalizar e intoxicar para defender … lo mío ni tocarlo. Tenemos un problema y los prescriptores siguen a puerta gayola y dando un pase por la espalda para minimizar el kaos que se avecina y llegará inevitablemente. Qué bonito fue mientras duró.!!!
Si no vienen, los buitres de los inversores, la apertura desbocada de hoteles, la desnaturalización de las ciudades y la peste del alquiler turístico morirán por si mismos, sobra la masa, no el individuo