La Federación Hotelera de Mallorca ha acusado este viernes al Gobierno balear de no tener ninguna voluntad de solucionar el problema que provoca el vertido de aguas depuradas a las playas de la isla, que han obligado a cerrar algunas de ellas.
La patronal hotelera admite que estos hechos están suponiendo "perjuicios y mala imagen" para Baleares como destino turístico y ha pedido a la Conselleria de Medio Ambiente que revise el decreto de conservación de la posidonia oceánica, y sobre todo que acepte las alegaciones sobre depuración de aguas y vertidos presentadas en su día por los hoteleros y que fueron rechazadas.
En sus alegaciones, la Federación Hotelera reclamaba la implantación de protocolos de actuación que desarrollaran los mecanismos a aplicar para evitar vertidos incontrolados provocados por averías o fallos de funcionamiento y protocolos de emergencia para contenerlos y minimizar los efectos en caso de no poderlos paliar preventivamente.
"Con ello, se garantizaría un saneamiento adecuado junto con un control efectivo del agua vertida al mar evitando que las aguas marinas receptoras, pobladas por posidonia o muy cercanas a praderas de esta especie, pudieran sufrir los perjuicios que se están evidenciando sucesivamente en distintas playas del archipiélago como Can Pere Antoni, Ciudad Jardín o Santa Ponsa", señala la patronal en un comunicado.
Que todos estos catalanoseparatas se cuezan en su propia salida y hagan perder su riqueza a los payeses mallorquines por borricos. Pronto se arrepentirán porque además son igual de peseteros que los otros.