La montaña rusa emocional del turismo

No le estamos haciendo mucho caso, pero los directores financieros de las aerolíneas pueden morir un día de estos, como consecuencia de los tremendos bandazos que está dando la Bolsa.

Este martes, los valores de las principales aerolíneas se hundieron de manera espectacular. Nadie sabe con precisión qué es lo que ha motivado esta situación porque todos conocemos las noticias que han circulado: algunas son positivas, otras pesimistas, como viene ocurriendo desde hace ya mucho tiempo. ¿Los malos datos de United, publicados el martes, bastan para provocar esta situación? Si acaso, este martes adquirió más verosimilitud la idea de que el verano de 2021 no va a ser gran cosa.

Pero este miércoles, casi todos los valores que el martes se habían hundido, recuperaron terreno, casi en la misma medida. Sólo las grandes aerolíneas transoceánicas han tenido más problemas pero, en todo caso, acabaron también el miércoles en positivo. Las de corto radio, por su parte, subieron casi hasta recuperar totalmente las pérdidas del martes. El miércoles, como el martes, nadie ha encontrado datos nuevos que justifiquen el tremendo bandazo del mercado. Al menos, nada que nos deba sorprender. 

Así están las bolsas, así están los valores del turismo: no sabemos qué va a pasar, no tenemos certidumbres. Hay elementos positivos y, por ello, las aerolíneas llevan un año estupendo, pese a que siguen perdiendo dinero a espuertas. Pero es positivo porque ya sabemos que las vacunas existen, que funcionan, y que en algunos países casi han permitido normalizar las cosas.

Ahora, los analistas y el mercado están pendientes de la concreción, de cuándo vamos a tener las cosas normalizadas. Esto, desde luego, no se sabe. O no se sabe con precisión. Siempre con el riesgo de las mutaciones del virus puedan volver a causar un desastre.

Así vivimos. Un vivir sin vivir.