Difícil aterrizaje el que tuvieron que afrontar los pilotos de un A321neo de Wizz Air en el aeropuerto de Madeira, pero que resolvieron de forma segura.
Como se observa en las imágenes, difundidas por Pedro Medeiros, spotter habitual en Madeira, el fuerte viento desestabiliza el aparato a escasos metros del suelo, haciendo que toque tierra con sólo una de las ruedas, y recorra varios metros sobre ella.
Segundos después, finalmente consiguen estabilizar el avión en el suelo, aunque de una manera algo brusca por la dificultad de la maniobra.
Eso no es que estuviera desestabilizado, probablemente tenía viento cruzado. Totalmente normal.
Regular de normal, pelín justito