La imprudencia de un turista ha terminado en tragedia. Mientras las cataratas de Iguazú se encontraban completamente desbordadas por las lluvias torrenciales, este decidió adentrarse en una de las pasarelas para realizarse un selfie.
Tras dos días de búsqueda que se iniciaron el lunes, el miércoles fue hallado por unos pescadores, y se determinó el fallecimiento de un viajero canadiense de unos 60 años de edad que se alojaba en un hotel de la ciudad de Puerto Iguazú.
El director municipal del Ente de Turismo de Iguazú, Marcelo Gione, confirmó la muerte y aclaró que “el salto donde cayó está a dos metros del Bossetti y la cantidad de agua que tenemos en estos momentos lo arrastró en cuestión de segundos al vacío”.
Las imágenes son realmente terroríficas. Algunos residentes aseguran que el caudal del río se llegó ha situar hasta cuatro o cinco veces por encima del normal. Sin duda, un peligro con el que no se puede jugar.
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