Australia ha tenido que cerrar temporalmente la famosa playa de Bondi, en Sídney, después de que miles de personas acudieran allí en contra de la prohibición de congregaciones al aire libre de más de 500 personas para evitar la propagación del COVID-19.
“Si la comunidad no respeta las regulaciones y los avisos sanitarios, bien, esto se convertirá en la nueva norma”, han avisado las autoridades australianas después de que ver las imágenes de playas atestadas de bañistas aprovechando el buen tiempo del verano austral.
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