El aeropuerto de Sevilla está siendo objeto de la mayor transformación de las tres últimas décadas. Con una inversión de 30 millones de euros, tendrá capacidad para acoger 10 millones de pasajeros al año en sus más de 26.570 metros cuadrados.
El primer hito de esta transformación es ya una realidad. Aena acaba de presentar la nueva zona de llegadas internacionales no Schengen, dotada con grandes avances tecnológicos, como el control de pasaportes por biometría y huella digital.
Anda que no les pica nada a los sevillanos, ver cómo Málaga les pasa la mano por la cara una vez tras otra. Lo que hay que hacer es renovar el de Málaga que se quedó pequeño y que dejen de malgastar dinero en el aeropuerto de Sevilla, que no hace más que bajarse los pantalones para que pongan cosas allí
Si les pica que coman ajos