Los británicos, locos por sus vacaciones en España

Hoy, lunes, el primer ministro dará a conocer sus planes de desescalada para los próximos meses. La prensa informaba este domingo que hasta última hora se han sucedido las reuniones para determinar qué nivel de contagios había, cómo evolucionan los vacunados, etcétera. Ayer, uno de cada tres adultos británicos ya había sido vacunado, al superar los 17 millones de vacunados. El Gobierno se comprometió para que en julio todo adulto haya recibido su vacuna. Antes, el objetivo era septiembre.

Todos los medios de comunicación británicos, especialmente los populares, conocedores de las inquietudes de sus lectores, siguen publicando con extremo detalle cada paso que dan nuestros políticos en el sentido de abrir las fronteras. La ministra Maroto ha dicho que era optimista, y eso aparece en toda la prensa; Madrid ha admitido que le interesaría hacer un pasaporte de vacunas y eso aparece en todos los medios; la presidenta de Baleares dijo querer que su región sea experimental para el pasaporte y todos los medios lo llevan a sus portadas.

Al mismo tiempo, The Guardian publica este sábado que los empresarios del turismo emisor, los grandes mayoristas, las redes de agencias de viajes y las compañías aéreas, estaban extremando su presión para intentar que desde este primero de mayo se reanude el turismo con normalidad.

Ayer, domingo, los medios daban detalles de la desescalada en las próximas semanas y en general decían que el turismo interior sería casi normal para Semana Santa. 

Pero para el verano hay más dudas porque los vacunados no estarán todos en condiciones de viajar. No se sabe si se mantendrán los controles en las fronteras como hasta ahora, que son disuasorios, especialmente si uno viaja de un país de riesgo.

España y Estados Unidos, según los medios locales, finalmente no han sido considerados países de riesgo, como sí lo es Sudáfrica, Portugal y la mayor parte de Sudamérica. Los viajeros procedentes de estos países han de estar diez días encerrados en un hotel a su llegada, con un coste de casi dos mil euros. España y Estados Unidos fueron estudiadas para ser añadidas a la lista pero, finalmente, no se las ha incorporado.