Europa, a punto de perder sus trenes cama nocturnos debido a las pérdidas

Europa se queda sin sus trenes nocturnos, otra principal forma de transporte rápido y eficiente en el Viejo Continente. Alemania y Francia han aplicado un recorte absolutamente drástico a una página de la historia del transporte en Europa, que prácticamente supone la desaparición de un modo de viaje icónico, reflejado en mil novelas y películas, y que en su momento fuera clave. Ahora quedarán en uso unos pocos servicios marginales, los servicios en España e Italia y dos líneas en Gran Bretaña.

La compañía ferroviaria alemana, DB, que está pasando por malos momentos económicos, ha anunciado que a partir de diciembre de 2016 dejará de ofrecer los servicios nocturnos de coches cama y literas que desde mediados del siglo XIX cruzan Europa en todos los sentidos. Por su parte, el Gobierno francés anunció el pasado 19 de febrero que dejará de financiar una parte importante de las líneas nocturnas de ese país a partir del próximo 1 de julio, con lo que las posibilidades de que los servicios sigan operativos son bastante limitadas y sólo restringidas a unas pocas líneas de más demanda.

Estas dos decisiones, prácticamente simultáneas, convierten en realidad un temor que hace varios años que ronda el mundo del transporte ferroviario europeo: que el transporte nocturno, parte de la historia y la cultura de la Europa reciente, termine por desaparecer totalmente. La literatura y el cine habían reflejado una práctica llena de connotaciones y significados a lo largo y ancho de Europa, especialmente desde finales del siglo XIX hasta los años ochenta del siglo pasado. Pero Ryanair, Easyjet con sus vuelos low cost y los trenes de alta velocidad han pasado factura, acabando con un negocio que lleva tiempo en declive.

En Alemania, en todo 2015, viajaron 1.3 millones de pasajeros en los trenes nocturnos. Puede parecer una cifra importante, pero es únicamente el uno por ciento de todos los viajeros del país. Y eso con unas pérdidas de 32 millones de euros. DB ya había dado muestras de que estos servicios podían terminar por morir, porque antes de esta decisión había suspendido el servicio de restaurante a bordo, así como muchas conexiones con otros países. DB ha explicado, para quienes se quejan de esta decisión, que mantendrá el servicio de bus nocturno entre muchas ciudades que hasta ahora tenían tren.

Por el momento, algunos servicios sobrevivirán porque la compañía austríaca OBB sí se hará cargo de mantener sus servicios desde Austria a Alemania. Y una empresa privada GVG mantendrá sus trenes nocturnos –sólo en verano– entre Berlín y Malmo, en Suecia. Incluso, en 2016 entrará en servicio un nuevo nocturno, que es el Talgo (español) entre Berlín y Moscú, operado por los ferrocarriles rusos.

En el caso francés, sólo desde 2011 estos trenes habían perdido el 25 por ciento de los viajeros, generando unas pérdidas anuales de 340 millones de euros (diez veces más que en el caso alemán). Hay un factor adicional para justificar estos cierres: la vía de tren, cada vez con más uso, requiere de horas para su mantenimiento, siendo la noche el momento para adecuado para estos trabajos que antes tenían lugar durante el día.

La SNCF (los ferrocarriles franceses) han indicado que si apareciera algún operador privado, los servicios podrían mantenerse. Sin embargo, esto no parece muy probable.

En España, mientras tanto, estos servicios se mantienen. Aunque no estaría mal que fuéramos pensando que en algún momento esto nos va a llegar.