Turismo: Podemos juega con fuego

En la misma hora que se hacía oficial que el Sector Turístico alcanza el 11,1 del Producto Interior Bruto de España una tal Laura Camargo hacía un alegato contra el turismo en las Islas Baleares al grito de “tampoco queremos turistas en invierno…”

Me da exactamente igual el color político de quien atente contra la principal industria de España y su principal fuente de divisas. Me trae al pairo. Pero que una representante del pueblo de Baleares, precisamente Baleares, quiera matar la gallina de los huevos de oro da una idea de la catadura personal de la sujeta. Los argumentos esgrimidos son tan de patio de colegio que no merecía sino un rictus de desprecio –algunos de estos tipos quieren hacerse famosos despreciando lo que ignora que suele ser todo sobre todo-pero resulta que lo hace envuelta bajo las siglas de la tercera formación de España. ¡Ojo!

Repito para que quede claro: me da exactamente igual quien lance esos ataques. La irresponsabilidad no va adjunta a las siglas si no a las personas. Creo que los jefes políticos de la tal Camargo deberían desautorizar de inmediato.

No lo harán porque tampoco es la primera vez que desde esas posiciones se cuestiona a todo el Sector; lo más grave es que no ofrecen alternativa alguna salvo confetis de panfleto.

El Turismo no sólo crea puestos de trabajo y aumenta la riqueza. Es algo tan obvio que nadie debería olvidarlo pero claro antes hay que aprenderlo. Me refería antes al 11,1 por ciento del PIB que al final del presente ejercicio 2016 será aún mayor. ¿Alguien en su sano juicio puede pretender liquidarlo de un plumazo? ¿Para que venga qué? De panfletillos no se come, oiga.

VIVIR DE LA MAMANDURRIA

Normalmente quienes cuestionan todo son del pelaje de la más pura ignorancia o de la mala leche porque no soportan que los empresarios que se la juegan cada día puedan tener éxito y ganar dinero limpiamente. En ninguna parte del mundo, incluidos los regímenes comunistas instalados (China) ello conlleva necesariamente un delito de lesa humanidad. Más bien todo lo  contrario.

Normalmente quienes se conducen con ese resentimiento o envidia suele abrevar en las mamandurrias públicas que aquí tenemos muchas y acendradas. Es lo más cómodo. Buenos sueldos y asegurados. ¿A cambio? Hacer política barriobajera y sin ningún nivel.

Esta es la verdad descriptible y constatable. Y la verdad, mis queridos amigos, es siempre la verdad.

Yo comprendo que los principales afectados pasen de estas cosas; entre otras porque están demasiado ocupados a diario de abrir las persianas de sus negocios, mantener los puestos de trabajo y pagar impuestos. El que algunos desaprensivos se refofilen en prácticas nada éticas o rayanas en el delito (que los hay) no desmerece el mérito y el coraje de la mayor parte. Pero deberían perpetrarse colectivamente para desenmascarar esos ataques. Porque de lo contrario al final una mentira repetida hasta la saciedad termina por convertirse en verdad. Y eso es altamente peligro. Creo.

Vamos a ver, finalmente, si la nueva responsable institucional del Turismo dice algo porque supongo que algo estará haciendo. Tras un periodo de vacas gruesas suelen aparecer las flacas. Es la ley inexorable de la Historia.

¡Pues a ver si vamos aprendiendo!