Un señor del aire

Cuando sucedió la quiebra de la compañía en la que trabajaban, dos de los mas prestigiosos pilotos que había, encontraron trabajo en otra línea aérea de reciente creación, pero la casualidad hizo que el instructor del cual iban a recibir la formación necesaria para volar el nuevo avión de la compañía era un alumno suyo de cuando empezó a volar en líneas aéreas. El curso del nuevo avión iba a tener lugar en Londres.

Los dos comandantes realizaron su curso teórico y al término de este iban a realizar el simulador de entrenamiento con su instructor (antiguo alumno). Al llegar este al simulador y como homenaje de respeto a los dos, realizaron unas cuantas maniobras de acomodamiento al nuevo avión, el instructor ya sabía y enseguida comprobó que nada podía enseñar a estos dos veteranos salvo alguna cosa muy especifica del nuevo modelo. Un día al comenzar el entrenamiento les hizo la siguiente pregunta, ¿qué queréis hacer? Uno de ellos respondió, Lo que tu quieras, pero el otro dijo, yo quiero hacer un vuelo con los tres instrumentos de standby (anemómetro, horizonte y altímetro) y así se hizo. El comandante X efectuó un vuelo con dichos instrumentos impecable demostrando la gran habilidad y experiencia que tenia. Al siguiente día, el instructor les formuló la misma pregunta ¿qué queréis hacer? Poco había que enseñarles, y el que realizo el vuelo con los instrumentos de standby contestó, quiero realizar un vuelo sin anemómetro, ante lo cual el instructor procedió a preparar el simulador para este vuelo. Comenzó el despegue efectuando la rotación a la velocidad exacta; solicitó la retracción de flaps a la velocidad exacta y realizó el vuelo a 250 nudos exactos; durante la maniobra de aproximación pidió todos los settings de flaps a las velocidades correctas y se estableció en velocidad de aproximación (unos 135nudos), manteniéndola hasta el aterrizaje con precisión de maestro, sin anemómetro esto se llama instinto y yo le llamo ser un señor del aire.