Los lobos

“En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento” (Albert Einstein). Algunos camuflados con piel de cordero y otros sin ella, el transporte aéreo no es más que un mundo despiadado de lobos hambrientos, que tienen que hacer frente a un fenomenal número de efectos exógenos , y errores estratégicos que les hace la vida en algunos momentos muy difícil, llevándolas al cierre.

El cierre de compañías como  Air Berlín, Monarch, posiblemente Flybe, y algunas más por no aburrirles. Pero que no se engañe nadie: detrás de cada pieza que cae no solo está la gestión, también están los lobos esteparios que ayudan a la muerte irreversible, ante la mirada impasible de los demás.

El lobo es un gran animal al que tengo respeto, pero el ser humano es capaz de comportarse como él, añadiéndole traiciones, conspiraciones y un largo etc. ¿Quien ganará esta batalla? La manada más grande, la que está escondida tras grandes siglas como Skyteam, Oneworld, Star Alliance.

Las compañías de influencia política en cada país como Iberia, Lufhansa, Klm, Air France, British Airways,  por solo nombrar algunas, tienen en su accionario poder o en su caso poderes políticos suficientes para mantenerlos con su supremacía aérea. También hay que reconocer que estas compañías han entendido lo que demanda el mercado y lo están haciendo francamente bien. Véase el caso de Alitalia.

Las medianas o pequeñas  tienen que desenvolverse como pueden sin ayudas financieras salvo excepciones, por ejemplo el caso de Volotea y sin soporte político, pero también existen los depredadores entre las medianas y pequeñas; no solo las grandes tienen esa habilidad. Este es un sector en el que nadie habla bien de nadie sea grande, pequeño o mediano. He visto declaraciones de un empresario de una compañía mediana en España que manifestaba tiempo atrás, que Aviación Civil debería controlar a todos los que quieren salir al mercado. Se olvida este empresario de cuando él compró su compañía sin dinero. Y hoy le molestan los cachorros de lobo, porque le distorsionan el mercado.

El lobo, como he dicho, es un animal noble, el hombre convertido en lobo es sanguinario, envidioso, conspirador, traidor y destructor de todo aquello que pueda poner en peligro su hegemonía. Así es el transporte aéreo. Las grandes compañías están mimadas por el destino. Cuando las cosas van bien, un ejecutivo, o empresario es amado, cuando van mal es odiado.
Las compañías  a veces usan la retórica del odio que a menudo es más afectiva, cuando está disfrazada con el idioma del amor. 

En el transporte aéreo, mundial, los lobos dejan tras de sí un perfume de esencias de rosas y el aroma aun más duradero de la corrupción moral. Si no que le pregunten a Norwegian, o a Ryanair, cuyo perfume todos podemos oler, principalmente por su falta de respeto hacia sus propios empleados.

En aviación, los enemigos por lo general te menosprecian hasta que los derrotas, luego te odian y siguen conspirando contra ti. Por esto las victorias en las luchas son inútiles, lo que se dice siempre provoca más ira que el silencio. El silencio no puede juzgarse, el silencio enmascara todas las cosas, por eso las grandes compañías procuran guardar silencio.

Por último yo creo que el transporte aéreo en el mundo necesita de algo que a mi modo de ver es esencial, y que deriva en estas palabras: la aviación requiere una innovación que conlleve la destrucción creativa, esquema este que algunas compañías llevan o han llevado a la practica. Solo así serán capaces de sobrevivir, algunas de ellas.