Lufthansa inicia la guerra del ETS

Este año entra en vigor para el transporte aéreo el sistema europeo de derechos de emisión de dióxido de carbono (ETS, en sus siglas en inglés) que busca reducir las emisiones de CO2 en el continente en un 21% para 2020, lo que significaría 180 millones de toneladas menos. Desde este año, las compañías que no se adecuen a la nueva normativa se arriesgan a multas de hasta 100 euros por tonelada extra de CO2 que se salga de los límites legales.

El sistema prevé la asignación gratuita a las compañías de unas cuotas para una cantidad de emisiones, lo que hace posible que algunas compañías con menor necesidad vendan sus cuotas literalmente a aquellas menos eficientes incapaces de reducir sus propias emisiones.

La primera aerolínea en hacer públicos sus planes ha sido Lufthansa, al anunciar que incrementará el precio de sus billetes para poder hacer frente a este gasto extra. Está por ver qué harán otras compañías, entre ellas las españolas, pero generalmente cuando una compañía tan importante da este paso el resto la siguen.

Se trata de una piedra más en el camino para un sector muy debilitado por la crisis. Según la Iata, la normativa ETS podría costar 900 millones de dólares este año a la industria aérea y alrededor de 2.800 millones de dólares hasta el año 2020. Fuentes del sector comentan que para una compañía como Iberia la cifra podría superar los 20 millones de euros.

Poco se ha escuchado quejarse a las compañías aéreas sobre esta nueva tasa y sobre el coste que les supone, pero no tienen más remedio que acatar las reglas. La pregunta es si es el momento, si quizás la UE no debería haber postergado un tiempo la medida viendo los problemas que atraviesan todas las aerolíneas. Se trata de un sector del que casi todos nos quejamos y pocas veces valoramos el servicio que dan a pesar de todas las trabas burocráticas, y es que parece que las autoridades ven al sector aéreo como el niño malo, cuando deberían mimarlo como indispensable para poder salir de la crisis.