Ahora que hay quienes debaten el por qué de la prohibición del vapeo -en vuelos desde o a Estados Unidos los cigarrillos electrónicos están prohibidos desde 2016- nos parece lo más normal que no se pueda fumar a bordo durante los vuelos, ni tampoco en tierra, cuando menos en la inmensa mayoría de los países que ya lo tienen prohibido. En Estados Unidos, desde 1990 está prohibido fumar tabaco en todos los vuelos interiores de menos de seis horas. Pero entonces no lo estaba en los internacionales.
Cuatro años más tarde, en 1994 -ahora se han cumplido veinticinco años de aquel otro hito- American Airlines, entonces la aerolínea más grande y poderosa del mundo, decidió efectuar un ensayo consistente en comercializar un vuelo también sin humo, en un test de mercado limitado a tan solo uno de sus vuelos diarios entre Nueva York y Londres. Y se mantuvo la posibilidad de fumar en el resto de sus vuelos internacionales.
La prueba, realizada el 1 de mayo de hace 25 años, había estado precedida de encuestas a sus clientes, cuyos resultados demostraron la preferencia mayoritaria por disponer de vuelos sin humo. Tras aquel primer vuelo de la prueba, se constató que había mucha demanda potencial para vuelos sin fumadores. Y este dato aceleró un cambio histórico. Pronto empezaron a operar en paralelo sendos vuelos, uno para fumadores y clientes en general y otro sin la posibilidad de fumar a bordo. El resto, los vuelos sin humo generalizados, ya lo conocemos.
No me parece ningún hito ninguna prohibición