Verdades a medias

Este inicio de 2016 está resultando muy agitado por tres razones fundamentales que han hecho caer, día sí y día también, a las Bolsas internacionales y que amenazan con afectar gravemente la economía mundial, a saber:

• La tremenda caída de los precios del petróleo
• Las bajadas brutales de las principales bolsas en China
• El terrorismo, que ha golpeado en pocos días a Europa, Asia y Africa

Sin embargo, si reflexionamos de forma sencilla ante estos hechos, veremos que:

• La caída del petróleo es grave para unos pocos países, las contadas empresas del sector y los productos financieros expuestos al crudo, pero es buena para la mayoría de países y empresas
• La Bolsa en China tiene unas características muy especiales, que la convierten en una especia de suerte de lotería en donde se puede ganar o perder mucho, cosa que deberían saber los inversores y seguro conocían y que, además, no quita con que China sigue siendo una historia de éxito y que está acometiendo un cambio de modelo económico que en el medio y largo plazo (alguno se preguntará ¿qué es eso?) redundará en beneficio de China y de la economía mundial
• El terrorismo que, con ser un drama y una barbarie, nos puede hacer tanto daño como débiles seamos en combatirlo, no más.

¿Por qué pues, tanto ruído, tanto pesimismo?. Creo que nos estamos haciendo muy superficiales, muy del corto plazo y del titular y, creo, debemos cambiar ese enfoque, ser más adultos, menos pasionales y más reflexivos y, sobre todo, armarnos de razones ante los problemas y afrontarlos con coraje y con racionalidad. De lo contrario seremos víctimas de verdades a medias de las que los medios, yo el primero, tenemos gran culpa.

Finalmente, no quiero dejar de mencionar que China sigue creciendo en su turismo emisor, que el petróleo bajo incentiva el turismo, que todo ellos, además es bueno para España y, finalmente, que el terrorismo no podrá con quienes tenemos la razón y el (buen) corazón de nuestra parte.