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EDICIÓN ESPAÑA

La lección parisina

El debate sobre los apartamentos turísticos en España parece anecdótico, secundario: es como si sólo significara si queremos más o menos turistas, como si no tuviera repercusiones sociales. Pero no, es algo mucho más complejo, con consecuencias mucho más profundas, como sí tiene presente Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, que lo recordó en una reciente entrevista en el diario La Vanguardia de Barcelona. Hidalgo hace tres consideraciones de calado en relación a los problemas del apartamento turístico:

 

Primero, la alcaldesa dice que estos apartamentos “actúan como hoteles sin pagar ninguna tasa a la ciudad y tampoco impuestos. Hemos analizado mucho la situación antes de intervenir. Hay parisinos que alquilan habitaciones para llegar a final de mes. Esto no es problema, puede incluso considerarse una forma de vida.” (Por eso, en París se permite alquilar un piso hasta cuatro meses, sin permisos, pero sólo cuatro meses). El conflicto, añade, tiene que ver, en buena medida, con la ausencia de fiscalidad, que convierte esta actividad en un grifo abierto para la comunidad.

 

Segundo, la alcaldesa pone el dedo en la llaga al apuntar a que no estamos ante una actividad más, estamos ante un rival de la industria hotelera, que genera empleo, paga impuestos y tiene una dimensión colosal. Que Airbnb se consolide es un peligro para un sector que es un motor económico en las grandes ciudades. No se debe dejar de pensar en el empleo que pone en riesgo, que está ahí y por el que todo el mundo ha luchado.

 

Y tercero, para Hidalgo, que triunfe el apartamento turístico –o sea, que lo dejemos a su aire– significa que sube el precio de los alquileres, expulsa a los ciudadanos más pobres de sus ciudades, creando una situación insoportable. En Ibiza se han dado casos de profesores de instituto que dormían en coches para no perder sus plazas porque no pueden pagar los alquileres desmesurados que conlleva el alquiler turístico para un trabajador común. “Quiero evitar que edificios enteros se transformen en apartamentos y los parisinos no puedan vivir en la ciudad. Por eso hemos integrado una serie de medidas en las políticas de vivienda. En París la mitad de la población alquila y queremos preservar el alquiler porque forma parte de la tradición de la ciudad. Esto favorece la diversidad de población, con más jóvenes, extranjeros que están unos años y se van”.

 

En España, en cambio, la confusión –caldo de crecimiento para esta industria– es dominante. Y así nos va a ir.


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    3 Comments
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    Alberto Alonso Alcalá
    7 años

    Si mucha gente se diera cuenta del tercer punto seguramente cambiarían de opinión sobre Airbnb y similares. Al final, el gran peligro, es que los centros de las ciudades turísticas acaben siendo ghettos de turístas sin población local.

    Liberal en lo economico
    7 años

    ¨Yo apoyo mucho a Ada Colau en el tema del turismo¨ dice la señora Hidalgo en la entrevista de la Vanguardia, qué raro que no se mencione en este artículo.

    Pau
    7 años

    Las soluciones a este problema que no ha hecho mas que empezar son relativamente fáciles. Pero este país carece de políticos lo suficientemente valientes para aplicar y hacer cumplir según que medidas. Solo piensan en los votos de las próximas elecciones.

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