Los presidentes de Baleares y Canarias se han encontrado en la feria WTM de Londres. Y allí, ante los periodistas, soltaron que se llevan muy bien, que están perfectamente coordinados, que van a celebrar una megacumbre para estudiar la tragedia de la insularidad y que reivindican que el descuento de residente para los vuelos entre la Península y las islas sea del 75 por ciento. No es que diera la impresión de algo muy planificado. Incluso uno hubiera dicho que fueron a Londres por una feria que dicen que se hace por aquellos pagos. De modo que, Dios me perdone, pero me da que esto fue un poco improvisado.
Yo personalmente tengo una contraoferta para los señores presidentes canario y balear, la cual al fin y al cabo tiene los mismos argumentos que lo que acaban de pedir, o sea ninguno. Mi contraoferta es que acabemos con el descuento para pasar al incentivo: por cada viaje que los residentes de las islas hagan a o desde la Península, no sólo no pagarían, sino que recibirían una subvención del 25 por ciento del precio del billete, como estímulo para los gastos que tienen que hacer para llegar al aeropuerto.
Es que ustedes, los no isleños, no saben bien qué precio tiene la insularidad. En Baleares y Canarias, para ir al aeropuerto hay que coger coche o ir en taxi, lo cual es carísimo. El aparcamiento en el aeropuerto es igualmente insufrible. Y, por cierto, al llegar al destino continental al que viajen, de nuevo hay que pagar. ¿Cómo van los isleños a superar la insularidad si además de tener que pagar el avión, encima tienen que hacerse cargo de los gastos complementarios.
No en vano, el brillante Parlamento de Baleares aprobó por unanimidad pedir a Madrid que los residentes en las islas tengan descuentos en los viajes en los trenes AVE de la Península. Porque, cuando uno llega a Madrid, encima después se tiene que pagar el tren para acercarse a Valladolid o a Sevilla.
Insoportable.
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En las Islas no tenemos trenes ni autopistas que nos lleven a ninguna parte, tenemos que utilizar barco o avión para trasladarnos entre islas y con la península. El Estado ha gastado mucho dinero del erario público para instalar el Ave, trenes que comunican toda la península, aeropuertos donde no hacian falta. Las inversiones en carreteras en Canarias por parte del Estado brillan por su ausencia y las tenemos bastante deficientes por lo que no podemos compararlas con las magnificas autopistas peninsulares o carreteras nacionales, por ese motivo, posiblemente los presidentes autonomicos pidan su parte de la tarta que se están comiendo otros.
Lamentable articulo de opinión escrito con una ironia repelente que solo consigue que los habitantes de las islas nos sintamos menospreciados por este señor, que no sabe defender con argumentos no subvencionar a los ciudadanos de las islas. Muy penoso que se le de voz a cualquier charlatan.