Un apagón inocuo

Lean la noticia de que el aeropuerto de Palma se quedó sin luz durante dos horas. Este digital también la publicó. Miren especialmente en la versión de Aena, según la cual este hecho no provocó problemas, refiriéndose concretamente a cancelaciones o retrasos. Todo discurrió normalmente, porque según parece, es normal que no haya habido luz durante casi dos horas. Simplemente absurdo. Comparable con la reacción de Aena cuando, hace unas semanas, un video aficionado filmó a un avión abortando su aterrizaje en Barcelona porque otra aeronave estaba en la pista. Con ese motivo, Aena señaló que nada había sido anormal y que los aviones estaban donde tenían que estar. Ustedes mismos. Pero vean el asunto del corte de luz en el aeropuerto de Mallorca.

No es normal que se produzca un corte en un momento de tanta demanda como son estos días de julio. Pero, aceptemos que pueda ocurrir porque, efectivamente, nadie está libre de una incidencia. Lo normal es que los mecanismos de emergencia se pongan en marcha de forma automática y prácticamente instantáneamente. Efectivamente, parece que la torre de control, según Aena, no tuvo problemas, pero sí ocurrió que la zona comercial se quedó sin luz dos horas. Nada normal, claro, porque un equipo de emergencia no se tiene que encender al cabo de dos horas, sino en unos minutos.

Pero definitivamente, lo más ridículo es decir que no ocurrió nada, pese a que el sistema de maletas quedó paralizado durante 90 minutos. ¿Cómo podemos creernos que ningún avión sufrió retrasos, cuando la paralización de todo el sistema de maletas durante 90 minutos supone un problema importante? Es obvio que 90 minutos sin el servicio de maletas tiene que causar problemas en los embarques, en un aeropuerto que está despachando un avión cada dos minutos.

Los servicios de prensa de Aena, antes de enviar un comunicado, deberían pensar en que lo inverosímil no cuela fácilmente. Así, negando lo obvio, sólo pueden perder credibilidad, si es que algún servicio de prensa aún tiene alguna.