Cada día, en un lugar diferente de España, aparece una asociación de consumidores y usuarios de la cual no se conoce ni cuántos socios tiene, ni quién la ha montado, ni qué representatividad tiene. Pese a lo cual, lanza comunicados, critica, cuestiona, organiza 'saraos' mediáticos.
Las compañías aéreas son, habitualmente, el blanco de estos ataques. Es un 'pim-pam-pum' en la que algunas tienen más fortuna que otras, pero todas reciben. Como si este fuera un negocio sencillo, como si aquí no hubiera problemas.
Es posible que estas organizaciones sean perfectamente legales y trabajen honestamente. No será que les falten asuntos en los que defender a los usuarios. Pero también es cierto que todos tenemos el recuerdo de la asociación cuyos dirigentes acabaron en la cárcel por usar su arma mediática como instrumento de presión para conseguir ingresos, aunque en este caso la víctima principal era la banca.
Está bien que haya exigencia a las aerolíneas, está bien que se les exija que hagan las cosas como toca, pero sería de desear, desde luego, que ese papel lo desempeñen las autoridades y no las organizaciones sociales, sea cual sea su origen. No será que no haya suficientes niveles administrativos que deban proteger al consumidor, desde los municipios a las autonomías o, por supuesto, el gobierno central.
Estaría muy bien, que las compañías aéreas, compensarán y/o indemnzarán a sus pasajeros -según el caso-, cumpliendo la ley, y que no sean unos zorros, que siempre hay pretestos, excusas absurdas, cuyo objeto es aburrir al personal para que desista de reclamar. También estaría muy bien, que cuando te obligan a ir a juicio, -ya llevo tres, ganados, y sé de lo que hablo- si se allanan, fueran condenadas a pagar una fuerte multa, -además de las costas- obviamente para eso hay que cambiar la ley porque no funciona tal como está ahora. Porque por sistema, las aerolíneas, casi todas, por no decir todas, unas mucho peor que otras, y en lo que al consumidor se refiere, la ley se la ponen por montera, tan sencillo como eso.
Un ejemplo es el bulo de que a dos pasajeras se la bajaron del avión por hablar en catalán. ¿Cuanto tiempo tardaron las autoridades de una región en actuar? Fue inmediato. ¿Cuánto tardan en actuar dichas autoridades por otros abusos que no incluya algún altercado con el idioma catalán pero sí con otros ámbitos que afectan de sobremanera al consumidor? Pues salen las agencias sociales, porque ni aparecen ni se les espera. Por eso existen dichas agencias, por nulo interés de defensa por parte de las autoridades.