La ministra de muchas cosas y Turismo ha convocado una reunión para hoy, en Madrid, para evaluar qué efectos tiene la crisis de Thomas Cook en España. O en su carrera política, tal vez. Supongo que esta mañana, antes de reunirse, la ministra le habrá pedido a algún asesor que le explique de qué van a hablar en la reunión, una de las más absurdas que pueda ser imaginada.
Thomas Cook era una empresa privada, en la que ningún gobierno tiene arte ni parte. Thomas Cook y su modelo de negocio lleva ya más de dos décadas en decadencia. No funcionan las agencias de viajes físicas, ni los folletos en papel, ni los viajes organizados son tan populares como antes. Thomas Cook ha quedado atrapado en un cambio de época que, simplificado, significa que el cliente, el viajero, prefiere organizarse el viaje por su cuenta.
Thomas Cook, como empresa enferma, lleva años yendo al médico, buscando atención, pidiendo auxilio. En todo ese tiempo nadie se ha acordado de ella. Sus propios accionistas, los propietarios, no sabían muy bien a quién poner al frente que les inyectara nuevas ideas, que les permitiera una reconfiguración del negocio o, al menos, que les redimensionara para lo que será la tour operación en el futuro, o sea un segmento de mercado mucho más reducido que lo que habíamos vivido en el pasado.
La agonía del mayorista lleva meses en los periódicos. Desde hace dos o tres años cualquiera con un mínimo de conocimiento sabía que esto no podía acabar bien. Pero nadie movió un dedo. Ningún ministro ni ninguna autonomía consideró que tuviera que mantener reunión alguna. Sólo se enteraron los inversores avispados que querían enriquecerse apostando a un hundimiento inevitable.
Hasta ahora, cuando todos los focos se han dirigido al muerto. Hay cámaras, por ende allí aparecen nuestros políticos. Allí están con gesto desencajado, preocupados. Pocas imágenes más reveladoras de la escasa relevancia de nuestros líderes, de su actitud borreguil. Da la clara impresión de que leen la prensa y ese día actúan en función de ella. Llegan tarde a todo. Y a veces incluso cuando la fiesta, en este caso el funeral, no va con ellos.
Al menos, podrían haber mantenido estas reuniones hace dos semanas.
El pulso de los 'antiturismo' en Canarias: huelga de hambre como “último recurso”
Boeing ‘quemó’ 4.000 millones en tres meses por los 737 Max
Elche: un promotor local impulsa un megacomplejo hotelero en la costa
Canarias: la tensión se debe al “cáncer de las viviendas turísticas”
Mano dura contra los pisos turísticos ilegales en Madrid
Cargando ...
Cancún: hoteleros exigen acabar con las extorsiones en el aeropuerto
Cancún: hoteles Xcaret tendrán nuevo director de gastronomía
Bacalar: hoteles sufren múltiples apagones y ocupaciones del 35%
Mérida: hombre ataca con hacha a una turista canadiense
Usted mismo lo ha dicho. Esto no es mas que un caso de Darwinismo empresarial. Tenemos mas turistas que nunca, y es gracias a los nuevos modelos de distribucion. TC fue en su dia una empresa innovadora, pero acabo siendo un dinosaurio. Los politicos lo unico que hacen es venderle a la gente que hacen algo, aunque no lo hagan, porque hay mucha gente angustiada y no quieren ser acusados de inaccion. Pero realmente este problema les sobrepasa.
Nos creemos que los políticos están para resolver los problemas de los ciudadanos, pero la cruda realidad es que nos crean ellos los problemas y no resuelven ninguno.
A Pedrito le huele la cabeza a pólvora.