Pequeño recordatorio

Disculpen si los molesto recordando algo incómodo, molesto, desagradable. Disculpen si por un momento los distraigo de las cajas registradoras del turismo, que no paran de echar humo.

¿Se acuerdan ustedes de que en Mallorca era fundamental un palacio de Congresos? ¿Recuerdan a todos los empresarios del sector pidiendo que se hiciera uno, con tal de reducir la dependencia de la estacionalidad? ¿Se acuerdan cómo los políticos de derechas impulsaron el proyecto? ¿Ven a la alcaldesa socialista también poniendo de su parte para que un día aquella anhelada obra fuera una realidad? Claro que se acuerdan porque estuvimos muchos años de trámites, y hasta otros diez de obras.

Resulta que un día, al principio de este 2016, Acciona, la compañía de construcciones encargada del proyecto, entregó las llaves del edificio, totalmente acabado. Los responsables del ayuntamiento de Palma entraron al palacio, lo revisaron y comprobaron que estaba todo lo que se había pedido.

Pues bien: desde entonces a hoy, medio año, el palacio está con las puertas cerradas, esperando que la Administración municipal tome decisiones.

¿Piensan ustedes que se trata de una obra que se acabó antes de tiempo y los pilló a contrapié? No, nada de eso. Incluso más, hubo retrasos interminables. No obstante, el ayuntamiento de Palma, del que depende la empresa pública encargada de gestionarlo, fue cogida por sorpresa. O no preparados. O lo que sea. Pero ahí estamos, con el palacio acabado y sin nada dentro. Ni siquiera se han retirado las vallas.

Eso que era urgente.