No entiendo qué hará Canarias con 53 millones

Es la segunda o tercera vez que escucho –leo, para ser más exacto– lo que Yaiza Castilla dice para explicar esa plataforma tecnológica megamoderna a la que su gobierno destinará nada menos que cincuenta y tres millones de euros. Y es la segunda o tercera vez que no entiendo nada. 

En un primer momento pensé que se trataba de poner en contacto a la oferta con la demanda, lo cual me parecía fuera de lugar. Pero no, no es esto. Al menos no es su propósito principal. Después pensé que era exclusivamente promocional, pero tampoco, porque no se va a destinar a la publicidad. 

Ayer mismo volví a escuchar lo que dice y, lo aseguro, no entiendo nada. Es “un hub para integrar a las empresas y administraciones en una plataforma” única. ¿Un hub? ¿Empresas y administraciones juntas? ¿Pero qué falta hace que los funcionarios públicos metan sus narices en el mundo del comercio? Porque al revés, seguro que no les van a dejar.

Esa integración, dice Yaiza Castilla “resultará esencial para dar forma a una plataforma de destino turístico innovadora, inteligente y sostenible, que aglutinará datos, información y servicios para mejorar la experiencia del turista”. 

Ni una palabra de las que dice suena mal, pero tampoco ninguna significa nada. Podría haberle añadido que es una plataforma “solidaria, desinteresada, humana, no discriminadora, igualadora, no sexista” y cuanta otra chorrada se le ocurra que sigue sin aportar nada. 

¿Mejorar la experiencia del turista? Sí, puede haber una posibilidad, pero ¿en qué otro destino del mundo los gobiernos ponen dinero para mejorar la experiencia del turista a través de plataformas tecnológicas? 

Que yo sepa, estimada consejera, los gobiernos se encargan de hacer un urbanismo presentable, de ofrecer servicios de calidad, de dar seguridad al viajero, información, pero esto de vender que el destino sea inteligente… Hay que ser realmente inteligente para comprender que los destinos no son inteligentes, sino visitables.

Esperemos que no estemos ante la pérdida televisada de 53 millones de euros. No sería la primera vez. Y si de esto se lograran beneficios, sería la primera vez. No lo duden.