Tengo un billete para un vuelo de largo radio con una aerolínea. El importe es muy sustancioso. Les he llamado para ver cómo tratan el asunto de las cancelaciones por el coronavirus y me han explicado un montón de cosas incomprensibles de las que deduzco claramente que no me van a devolver el importe pagado. Pero, como la fecha del vuelo no ha llegado, espero sus comunicaciones.
Ya he recibido varias, absolutamente improcedentes, que constituyen un engaño absolutamente fantástico. De verdad, tienen una inventiva para el timo muy apreciable. He recibido varios e-mails en los que me dicen que estoy de enhorabuena porque, ante todo el lío que se ha armado con el coronavirus, me van a permitir cambiar el billete. Incluso, en un gesto que les ennoblece, “no le vamos a cobrar ninguna multa por este cambio”. Y me incitan a que remita una petición de cambio del billete para, de esta forma, poderme ayudar.
Observen el engaño. Yo sé que habré de cambiar el billete, pero esto no va así. Yo no tengo que cancelar ningún billete sino que es al revés, la aerolínea no puede darme el servicio que yo le pagué, que es transportarme desde el punto a al punto b en la fecha indicada. Ni siquiera podrá hacerlo un día antes o un día después. No es su culpa, pero es lo que yo contraté y no me pueden dar. O sea que no puede cumplir el contrato que supuso la compra del billete. Partiendo de que ellos y no yo no pueden cumplir el contrato, podemos hablar. En primer lugar, lo pagado debe volver a mi cuenta y después yo puedo considerar otras fechas. Pero es una decisión mía, no una imposición suya, en el marco temporal que decidan.
Sin embargo, la aerolínea me está ‘vendiendo’ el favor de que yo pueda cambiar el billete, un cambio al que si fuera iniciativa puramente mía no tengo derecho pero que ellos graciosamente me permitirán. Son ellos quienes no pueden darme el servicio contratado y pretenden que sea yo el responsable del cambio, quien lo solicite. Es como si compro un televisor en Amazon y este me contestara que en su lugar tiene un equipo de música, que lo solicite, que no me va a cobrar nada adicional por cambiarlo.
Me ha sucedido esto mismo con otras compañías aéreas más humildes que, primero han aceptado los hechos como son, que no les queda más remedio que cancelar el vuelo comprado y, segundo, que si a mí iría bien otra fecha, intentando no perder el dinero. Esta es una aproximación honrada que amerita una respuesta constructiva. Si yo voy a tener que hacer el mismo viaje más adelante, me vale. Pero ¿de qué me sirven fechas diferentes para asistir a un congreso en Sudamérica, por ejemplo?
Miles de familias humildes, para quienes esos billetes de avión suponen un auténtico esfuerzo económico, están hoy tiradas por diversos países, luchando con aerolíneas que no hacen más que engañarles y que intentan por todos los medios quedarse con el dinero por unos servicios que no prestarán. Esas son las personas vulnerables que deberíamos estar protegiendo de estas empresas que, desgraciadamente, han perdido toda vergüenza.
Les seguiré contando, aunque doy por hecho, por supuesto, que al final de todo habré perdido el dinero.
Habrá respuestas para todos los gustos, pero en situaciines así todos debemos arrimar el hombro y si no cambiamos de fecha, coger el bono porque con tanto reembolso las compañías quiebran y nos quedamos sin trabajo.
Es todo un ciclo y lo dicho, hoy por tí y mañana por mí
A ver Doppel, cuando la banca quebró la nación los salvó, pide que te salven tu trabajo ellos, yo no tengo trabajo y compré mi iaje haber si lo conseguía. No me pidas que pierda mi dinero. No me han dado un servicio, justo es me reembolsen lo cobrado. No soy ninguna ONG.
Doppel troll deberías llamarte. Avergüénzate de lo que dices porque es de justicia que devuelvan el dinero (que quizás te haya costado la vida conseguir) para que los señoritingos de las compañías se pongan a llorar, ¡vete a llorar a un banco a ver que te dicen perlita!