Lectores equivocados

Como redactor de Preferente, muchos días me indigno ante ciertos comentarios de los lectores. De ‘algunos’ lectores, es verdad. Estos días, algunos decían que escribíamos mucho de la crisis de Thomas Cook y nada de Tui. Es más frecuente que nos digan que escribimos de la crisis de Norwegian y no de Iberia o de IAG. Por supuesto, aquí hemos escrito de NH, cuando estaba en crisis, de Monarch, de Wow o de Ryanair, aunque esta última por su peculiar estilo de relaciones laborales y no por sus finanzas.

Como periodista, uno se indigna de la constante sugerencia de que tenemos saña con Thomas Cook, por ejemplo. O con Norwegian, estos dos casos arrastrándose en el tiempo. Y más aún, de que protegemos a compañías cuya gestión económica se desarrolla dentro de los parámetros de la normalidad.

Permítanme que exprese mi rechazo tajante a estos postulados de algunos lectores. Es una obligación profesional publicar lo que es noticia, como es una crisis financiera, un caos en la gestión, un riesgo de cierre. Y es una obligación profesional no atacar, para aparentar que somos equilibrados, a quienes más o menos lo está haciendo bien, para parecer que somos verdaderamente independientes.

Miren: nosotros, como toda la prensa europea, llenamos espacio con las noticias de Norwegian o de Thomas Cook simplemente porque estas compañías son noticia. Nosotros, yo particularmente, sentimos muchísimo esta situación porque son compañías de las que probablemente seamos clientes, que tienen una gran historia, que son proyectos bonitos e interesantes; lamentamos los daños que pudieran sufrir los trabajadores, los clientes, los proveedores. Nos gustaría que esto no fuera así, pero es la realidad. Es la misma realidad que reflejan cientos de medios de comunicación.

Nunca vamos a buscar los tres pies a Tui, para intentar parecer que somos equilibrados. Tui está navegando por aguas turbulentas, como todos los touroperadores tradicionales, pero no está en crisis, no se ha hundido en Bolsa, la banca no la está escrutando con lupa, y eso debería ser suficiente.

¿Recuerdan que hace un tiempo publicábamos que en Globalia los directores generales duraban unos pocos telediarios? ¿Han notado que ya no lo decimos? El secreto es simplemente que por el momento, la familia Hidalgo no ha vuelto a armar un sarao de los suyos. Igual que si hablamos de Thomas Cook es porque está sentada con los bancos pidiendo dinero, y de Norwegian porque acaba de conseguir que los acreedores le posterguen dos años el pago de la deuda. Que las noticias sean reales deberían ser suficiente motivo como para que se publiquen.

Como periodista, estoy encantado de que el lector tenga voz. Y por eso en este digital publicamos todas las opiniones que no contengan insultos. Y también todas aquellas que cuestionan nuestra independencia y profesionalidad. Pero permítanme que exprese que no coincido con aquellos que parecen pedirnos que callemos una crisis o que extendamos sombras de duda sobre empresas que, en lo básico, van bien.