La huelga política argentina

Este fin de semana pasado, los argentinos tuvieron un puente largo. Como desde hace unos pocos años tienen la posibilidad de viajar a precios muy razonables, gracias a las compañías low-cost que se han instalado en el país, muchos optaron por ir de viaje en avión. Por supuesto, las aerolíneas, que están sufriendo un problema previsible de exceso de oferta, también esperaban ansiosas el fin de semana para aliviar sus cuentas con unos ingresos que siempre son necesarios. Así que, como era de esperar, como ocurre en cualquier país del mundo, los aeropuertos se llenaron.

Pero no pudo ser. Sin convocatoria, sin anuncio, los sindicatos convocaron una huelga salvaje, de forma que miles y miles de viajeros se quedaron tirados en los aeropuertos viendo cómo los aviones que estaban en la pista no embarcaban. 

La huelga no iba contra ninguna de las aerolíneas, ni contra los convenios colectivos correspondientes, ni contra los horarios o cualquier otra condición de empleo de los huelguistas. La huelga iba fundamentalmente contra el gobierno de Mauricio Macri que, por cierto, ganó las elecciones. Según la prensa, los sindicatos cercanos a Cristina Fernández de Kirchner, ex-presidenta y probable candidata en las siguientes elecciones, llevaron a cabo una huelga contra el presidente Macri y, específicamente, contra una de sus medidas más populares: la entrada en el país de aerolíneas low-cost.

Norwegian, como todas las demás compañías que operan aprovechando la nueva legislación argentina, no deben de dar crédito. ¿Qué puede hacer una aerolínea cuando la huelga que paraliza sus aviones no va contra ella? ¿Cómo iba a pensar el frío directivo noruego que alguien haga una huelga sin tener queja alguna contra su empleador?

En eso las cosas en Argentina son radicalmente diferentes al resto del mundo. Norwegian, JetSmart, FlyBondi o cualquier otra de las que operan en el país son, muy a su pesar, símbolo del gobierno que las autorizó y, por ende, enemigas de una parte del espectro político. 

¿Qué se puede hacer ante una situación así? 

Hasta las elecciones, ya verán, esto se repetirá porque la liberalización del mercado aéreo tiene que ser un fracaso sí o sí, no sea cosa que los argentinos puedan volar más barato.