Los días, las semanas y los meses van pasando y, lejos de tender a la normalidad, surgen nuevos frentes de confusión. Al final, ni el turismo, ni el transporte aéreo, son posibles. Uno no puede organizar nada porque ni los seguros, ni las fronteras, ni las normas, ni los requisitos son previsibles. En parte porque la epidemia va cambiando, en parte porque nuestros políticos reaccionan o quedándose cortos, o pasándose.
En estos momentos, como han denunciado mil ejecutivos del turismo y de la aviación, no existen dos regiones en España, dos países en Europa o incluso en el mundo, que apliquen normas parecidas. En unos hay que tener cuarentenas de quince días, en otros de diez; en unos hay que pasar un test en el aeropuerto, en otros hay que llevarlo pasado, en un tercer grupo directamente no se puede entrar.
Lógicamente, hay que dar por perdido el verano. Pero para las aerolíneas, sobre todo para las de largo recorrido, hay que dar por perdido el ejercicio. Ayer Air France KLM decía, al presentar sus números horribles de este trimestre, que intenta normalizar sus servicios “poco a poco”. Para a los cinco minutos enterarse de que uno de sus países claves ha cambiado su régimen de aceptación de viajeros y ha vuelto a estropearlo todo.
Simplemente, ante la incapacidad para coordinarse, sólo queda esperar la vacuna. Esto es un caos y hay que resignarse a ello. No crean que España es lo peor, aunque nos lucimos lo nuestro.
Los políticos juegan con el ciudadano
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Cualquier persona que caminando de repente se encuentra un rio como podrias ser el Ebro, un ejemplo, encuentra evidente que es muy caudaloso y dificil de cruzar o al llegar a los pirineos ve que son altos y hace frio. Cruzar el oceano parece cosa complicada por su extension y profundidad. Lo de ir a la luna ya sin comentarios, miles de kilómetros y ni tan siquiera esta en el planeta.
Pues todo eso que corresponde a cosas reales se ha superado.
Por otra parte pida kilo y medio de seguros, busque en el microscopio la celula basica de la frontera o corte un palmo de norma para medir la temperatura de un requisio y a ver que pasa.
Pues pasa que nada de eso se puede hacer porque no se corresponden con elementos fisicos sino que son mas bien convenciones. O sea algo que se cambia con solo querer cambiarlo.
En estos tiempos està ocurriendo algo muy curioso.
No se conoce ningún virus que pese tanto que impida volar a un avion o que una persona normal no pueda saltar sobre su cuerpecito mas bien minúsculo. Son simples leyes físicas.
Pero donde no hay barreras reales nos las inventamos.
No es el virus, son las normas que se han puesto las que están produciendo el destrozo. Y estas normas como convencionales que son se pueden cambiar con solo desearlo. No hay motivo para tener que resignarnos.
La vacuna es el fin perseguido, y antes de desatarse la "pandemia", aún estamos a tiempo de abrir los ojos y unirnos ante esta mafia política y muestras de un poder sin limites, que lo único que persigue es el beneficio económico, sin que importe cuantas personas queden en el camino..
Algunos parece que se han caído de un guindo. Estaba más claro que el agua que este año los viajes iban a ser más bien objeto de escaso deseo. Aquí hace semanas ha habido gente que lo ha explicado bien claro. Y se resume en inseguridad jurídica, sanitaria, económica y para rematar los bonos de touroperadores y aerolíneas que han "animado" el asunto. La situación es cambiante y no puedes programar nada con un mínimo de seguridad así que es lógico lo que está pasando y que era más que previsible
Estamos viendo la punta del iceberg. Lo bueno llega en Octubre.
Asi es,pero muchos ignorantes se niegan a ver la cruda realidad,no hay peor ciego que el que no quiere ver.Sin vacuna no habrá turismo amigos,lo hemos dicho aquí mil veces y vuestro egoísmo e irresponsabilidad os han impedido verlo.