Expedia, Booking: acoso y derribo

Permitan que cuestione a la Comisión Europea, un organismo político ineficaz que es duro con los débiles y débil con los duros. Cuando hablamos de agencias de viajes convencionales, nuestros políticos europeos son capaces de tomar cualquier decisión; cuando se trata de las grandes multinacionales americanas o de las compañías aéreas de IATA, tiemblan de pavor.

¿Por qué la Comisión no regula el acoso al que las grandes OTAs someten al hipotético cliente? Les explico mi ejemplo.

Yo tengo decidido comprar un viaje bastante complejo a través de Expedia y de Booking. Las dos tienen buenos precios y, sobre todo, ofrecen un excelente servicio post-venta, que responde de inmediato a las necesidades, presionando al proveedor final del transporte o del alojamiento si este incumple lo prometido. Por lo tanto, salvo algún imprevisto, quiero comprar con ellos.

Por lo tanto, hago mis primeras exploraciones para ver lugares, ofertas y precios. Lo que hace todo el mundo. Pero ahí empieza mi problema o lo que a mí me incomoda tremendamente: tanto Booking como Expedia identifican mi equipo y desde ese momento me someten a un verdadero acoso. De cada uno de los hoteles y aerolínea que miro recibo después mil mails diciéndome que aún están ahí, que siguen siendo baratos, que por qué no compro. 

Un servidor tiene decidido comprar estos alojamientos, pero antes he de mirar las cosas con calma. Sin embargo, para los algoritmos de estas multinacionales, no puedo esperar, todo ha de ser ahora. Por supuesto, yo tengo claro que el que compra soy yo, por lo tanto se van a esperar hasta que me parezca. 

Me gustaría hablar con algunos de los responsables de marketing de estas organizaciones para explicarles que así sólo pueden conseguir que me canse de ellos, aunque su propuesta comercial sigue siendo, a mis ojos, la mejor. Pero ¿podrían dejar de ser tan molestos con quienes sí van a comprar su producto? Porque no me quiero imaginar qué ocurre cuando uno, al final, no les compra. No tengo Alexa, pero me imagino que por el altavoz de este aparato o por el Google maps deben decirte qué esperas para comprar. Incluso más directos: por qué no nos has dado aún la tarjeta de crédito.