Estacionalidad inmortal

Leo con estupor la noticia de que “la estacionalidad azota de nuevo a la Costa del Sol”. La información explica que ni más ni menos que 38 hoteles de la región han cerrado en la zona, dejando todo prácticamente en mínimos.

La información ha sido publicada por un periódico local, con fuentes sindicales, que tienen la gracia de atribuir la apertura o el cierre de los hoteles a que la formación del gobierno autonómico andaluz se retrasó, a que fracasó el 'plan de choque' contra la estacionalidad y a que no ha habido entendimiento entre los grupos políticos y los agentes del sector.

Un amigo mío, que acaba de volver a España tras 25 años de residencia en el Sureste asiático, me decía que una cosa que le llama poderosamente la atención es que muchos asuntos de los que se hablaba cuando él se marchó de España, siguen todavía irresueltos, en el candelero. Entre ellos, la estacionalidad del turismo, vieja canción que ocupa a los sindicatos, las patronales y los políticos desde siempre.

Basta ver que la estacionalidad sobrevive a los gobiernos que se forman tarde y a los que se forman pronto, a los 'planes de choque' y a los de asalto, a los entendimientos y a las grescas. Simplemente por los siguientes motivos: a) nadie se ha tomado el asunto mínimamente en serio; b) estamos ante gestores que son incompetentes y c) tampoco a la sociedad realmente le importa resolver este problema.

Yo creo que lograremos que dentro de 25 años se siga hablando de este problema irresoluble.