El escenario para el día en que controlemos el virus

No intento hacer un ejercicio de imaginación sino sólo contarles, con la mayor objetividad, qué está ocurriendo en China y en Hong Kong, una vez que han controlado la difusión de la epidemia dentro del país. En Wuhan ya ha habido días sin un caso nuevo. En general, se puede decir que China ha limitado la expansión del virus. Por lo tanto, llega el momento de pensar en la nueva normalidad.

Primer dato a tener presente: con las medidas absolutamente draconianas que impuso China, que implicaron la paralización absoluta de la vida social y de la economía, se ha tardado prácticamente dos meses en limitar la expansión del virus. O sea, ocho semanas. 

Segundo, una vez que la expansión se limita, podría ser el turno de relajar los controles. Los controles internos, efectivamente, se están relajando, pero el Gobierno ha dicho que no será hasta el primero de mayo cuando se permita una normalización interior. Las razones tienen que ver con que siempre hay casos residuales que deben ser controlados y que no deberían echar por tierra lo hecho hasta ahora.

Y, tercero, qué hacer con las restricciones a las entradas y salidas de nacionales. Con las salidas no hay problema: todo el mundo puede salir, sabiendo que fuera de las fronteras chinas hay muchos casos de coronavirus. Pero con las entradas, también hay que actuar igual. En Hong Kong, el primer día de relajamiento se encontraron con nueve casos de coronavirus nuevos, el segundo con casi cuarenta, de manera que han reimplantado la cuarentena para todos los viajeros que provengan  del exterior.

Y esta medida no tiene fecha de caducidad y no puede tener excepciones porque si se escapa un caso, puede producirse nuevamente la expansión dentro de China. Esto hoy no es excepcionalmente grave porque la actividad no se ha normalizado, pero cuando desde mayo China recupere la normalidad, va a tener que tener sus fronteras absolutamente impermeabilizadas. Pensemos que en el mundo aún no ha estallado el virus en Sudamérica o en la India, territorios con sistemas sanitarios débiles, que no auguran una situación alentadora.