Ahora mismo estamos en una crisis muy profunda. No se ve el inicio del verano y eso puede ser tremendamente dañino para las empresas turísticas –sobre todo, pero no exclusivamente el alojamiento– y, muy especialmente, para el empleo.
Es aquí cuando aparece un problema adicional en el que nadie había caído: la tarta, mucho más pequeña que en años anteriores, se tiene que repartir con las viviendas vacacionales que dejan ingresos pero no crean empleo dado que son pocas, esparcidas y con mucha propensión a ocultar su realidad ante el fisco. Por eso alarma que hoy ya la mitad de las viviendas turísticas de Mallorca estén reservadas para el verano, mientras que el alojamiento hotelero está vacío y sin saber qué ocurrirá.
La vivienda vacacional puede mantenerse abierta con muy pocos clientes, porque sus costes son marginales, porque generalmente su propietario tiene su vida solucionada y, naturalmente, crea poco o nulo empleo.
Estos viajeros se detraen siempre de la oferta turística tradicional que es la que crea empleo, la que es transparente ante Hacienda, la que tiene que pasar por incontables controles. De manera que si algo hacen es agravar la crisis laboral que pueda tener lugar como resultado de la pandemia.
Esta oferta, que se ha introducido masivamente en los últimos quince años y que simplemente se suma a las 400 mil camas que se comercializaban antes de la aparición de este tipo de producto, ha contado con el aval de todos los partidos políticos, incluso de los megaecologistas que se mueren si un hotel amplía una habitación.
Aquí, miles de ciudadanos de clases medias, fundamentalmente de zonas ajenas a Palma de Mallorca, son los beneficiados, cuyos votos van a todos los partidos que han aparcado sus principios.
Ahora, en una crisis, comprobamos que es un producto que genera ingresos, pero no genera empleo.
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Trabajo en el sector turístico, como mucha gente estoy sufriendo un ERTE desde hace 15 meses. Gracias a dios, y a que en su momento con algo de iniciativa, mucho esfuerzo económico y muchísimo tiempo dedicado, adquiri dos viviendas ahora vacacionales, regentadas con licencia, que pagan impuestos, y me permiten seguir comiendo (y pagando impuestos dicho sea de paso), cosa que el SEPE otorgándome un ERTE equivalente al 10% de mi salario habitual NO me garantiza.
Los turistas se sienten más cómodos en mis viviendas sin tener que compartir nada con otros desconocidos.
Genero un flujo de clientela que de otro modo no habría viajado para meterse en un alojamiento de masas. Mis clientes sin excepción alquilan coche, visitan restaurantes, hacen la compra, y siguen moviendo la economía, esa economía que genera empleos, o al menos no destruye tantos. Como empleada directa, la persona que limpia gana 4 veces más a la hora que de camarera de piso en un hotel, y se paga su cuota de autónomos. La lavandería semanalmente recibe las prendas y sigue facturando.
No se que habrá comprobado usted, pero le sugiero que pruebe otro modelo de comprobación, y por favor déjese de demagogia que la vida no es blanco o negro. Si hay viviendas vacacionales pirata, el problema será el órgano gestor, o la vivienda vacacional legítima. Hay muchas caras de la moneda. Si me viene mal, lo critico y si me viene bien lo alabo, venga ya!
Puestos a ser demagogos, Igual le conmueve más que empresas hoteleras que cotizan en bolsa, u otras empresas en manos de clanes familiares archimillonarios se dediquen a ofrecer un turismo todo incluido, otorgando mucho menos volumen al comerciante local, y a emplear muchísimas “Quelis” (con todo mi cariño) de manera precaria para Engrosar la cuenta de resultados, repartir dividendos y hacer a sus propietarios escalar en la lista forbes.
Mi enemigo no es mi competidor, mi enemigo es el Covid, y la pésima gestión. Me recuerda a aquellos que se empeñan en desprestigiar la industria turística en favor de un cambio productivo. No será mejor potenciar el turismo, y a la vez fomentar otros tipos de industria? O es que hay que elegir? Mediocre.
Que bueno, si Señor.
Eso que le llaman tarta y que ahora es más pequeña se traduce como mercado y competencia. Hay que adaptarse. También se ve quien paga este medio, los hoteleros.
El alquiler vacacional LEGAL no es ningún problema ni el enemigo. Es la alternativa al hotel y reparte los ingresos mejor que estos: transfers, restaurantes, comercios y otros.
Sí que es un problema. Pregúntaselo a los pobres vecinos que tienen que soportar nuevos vecinos semanalmente, con ganas de juerga y haciendo el indio todo el día y la noche. El propietario se lleva todas las ganancias y los vecinos todos los perjuicios y ninguna ventaja. Qlé!!!
Según usted solo entrará gente con ganas de juerga. Las familias no viajan? Sabe que hay un sistema de evaluaciones para poder filtrar la calidad del cliente?
Y si no tiene vecinos por que se trata de una casa independiente?
Y si ese piso en lugar de recibir distintos huéspedes se alquila durante 5 años a unos indeseables?
Y si permanece vacía y la okupan?
Como vera usted, hay mil supuestos, lo demás es demagogia.
Quería una Sociedad neoliberal avanzada que abrazara el “sálvese quien pueda”, querían Libertad.
Querian jóvenes, parejas y familias que vinieran a experimentar las virtudes de vivir a la madrileña, e.g.
Querían integración, multiculturalidad y globalización.
Ahhh pero no quieren intrusismo.
Qué impide a un jubilado con una pensión española, muy española y mucho española, poner en el mercado su vvda de alquiler turística, mientras se exilia al pueblo que le vio nacer.???
Es el mercado, amigos.!!!
Ahí va una estrella de cinco puntas para que la encajen con el …
pero si según ellos en Baleares mas que 50% ya esta reservado, muy mal no pasan...
Uhmmm... Cada modelo de negocio, artista, tiene sus pros y sus contras... Ya me gustaría a mi tener 20 habitaciones, o para que se entienda, 20 pisos vacacionales. Claro, el chiquitin como yo, entra en el "pastel"; la "tarta", o como quieras llamarlo. Y eso fastidia. Mentira podrida que el alquiler vacacional no cree empleo. De hecho, es al revés. Al estar completamente diversificado, crea demanda de servicios exteriores, justo aquello de los que los hoteleros no quieren saber nada. En un piso vacacional no existe el "todo incluído". ¿Que no creamos empleo? Eso lo dices tu, que sabes mucho de turismo. Cada cual saque sus conclusiones.