Aena 'desbloquea' su futuro

Lo habrán visto: Aena, el organismo que gestiona los aeropuertos españoles, ha decidido modificar su logo. El trabajo se le ha encargado al diseñador valenciano, Javier Mariscal, autor de conocido Cobi, mascota de las Olimpiadas de 1992, de Barcelona. O sea, Aena en su mejor tradición, resolviendo sus problemas más serios, aquellos sin los que no podría seguir ni un día más.

No hace tanto se conoció que Aena había lanzado un concurso público para comprar un Audi forrado de seda por dentro para la dirección financiera de la entidad. Era otra necesidad sin la que no podría vivir. Ahora, el ente introduce una nueva imagen corporativa porque está cambiando y eso se tiene que reflejar visualmente y eso lo tiene que detectar el público.

Yo no voy a negar que un director financiero de un ente tiene que viajar en coche; ni seré quien rechace la idea de que Aena tenga un logo que trasmita al público quién es, cómo es, cómo funciona; pero sin embargo no tengo la menor duda de que hoy por hoy estas no son prioridades de esta organización. De ninguna manera. Para mí, lo más prioritario es que se aclaren los asuntos judiciales que hay por medio, que se limpie la imagen de la sociedad en este sentido y, después, que se mejore la gestión. Hable usted con cualquier empresa que tenga relación con Aena y verá las quejas interminables sobre su ineficiencia, sus precios y sus rigideces. Lo dicen los propios directores de los aeropuertos, cuando hablan sin micrófonos. Estos son los verdaderos retos.

Tras todo esto, que es una tarea titánica, podríamos aceptar que un logo quizás sería oportuno, aunque tampoco es transcendental. Después de todo, la enorme mayoría de los ciudadanos sería incapaz de distinguir entre el anterior y el nuevo identificador de la compañía.