A ver qué está ocurriendo

El caos en la gestión pública de las viviendas turísticas no tiene parangón. Es un ejemplo del desastre de nuestras instituciones públicas, carentes de gestión, de liderazgo y de interés. Vean los ejemplos de otros países. Vean lo que ocurre en Berlín, donde las normas se aprueban y, faltaría más, se cumplen. En casa, no. En Ibiza, por ejemplo, apenas se han legalizado (según esas normas variables que tiene la autonomía balear) 5000 camas, pero el Consell considera que hay entre 15 y 20 mil camas más en el mercado que probablemente sean ilegales, aunque no lo saben muy bien.

Por eso, el presidente del Consell ha dicho que lanza un “plan de choque”. Por supuesto, no es necesario ningún choque, sino una gestión constante a partir de normas claras. No tenemos ni lo uno ni lo otro, pero sí tenemos las consecuencias. En el caso de Ibiza, aparte de la evasión fiscal, aparte de los ruidos y molestias, existe el enorme problema del encarecimiento del precio de los alquileres, dado que todo el mundo prefiere alquilar a turistas que no a residentes y, por lo tanto, no quedan viviendas normales.

¿Saben en qué consiste el “plan de choque”? Pues en mirar casas en Internet. Parece que ya saben cómo hacerlo y ahora van a descubrir que toda Ibiza está en alquiler. El presidente del Consell declaró que harán un barrido de las cuatro webs principales de alquileres a ver qué encuentran. Como se imaginan, la reacción llega porque el malestar en la calle empieza a ser significativo. Y lo que nos espera, porque la temporada no ha hecho más que asomarse.

En fin: el agua nos llega al cuello y ahora se acuerdan de mirar a ver qué está sucediendo ahí fuera.