Viendo el horizonte que se avecinaba, el Gobierno central decidió que en su Ley de Arrendamientos Urbanos quedaran expresamente fuera de regulación los alquileres con fines turísticos. Aduce el Gobierno, con razón, que esa es una competencia de las autonomías. Eso equivale a que ahora tendremos diecisiete legislaciones diferentes, siempre y cuando se acuerden de regular una realidad que les desborda.
El galimatías ya empieza a vislumbrarse. Mientras algunas regiones afirman que no hay alquileres ilegales, creyendo que por ignorarlos no existen, otras empiezan a aprobar normativas que difieren radicalmente de las del vecino. Ahora ha sido Madrid quien ha explicado su modelo: en la capital, sólo se considerará alquiler de pisos turísticos cuando ese alquiler sea por más de cinco días.
¿Qué ocurre con las exigencias en materia de zonas verdes, áreas comunes, estándares de servicios y otros que sí tienen que cumplir los alojamientos turísticos normales, o sea los hoteles? No, en estos casos se ignoran los complicados trámites a los que estábamos habituados.
Ya verán que otras autonomías dictarán normas diferentes y entonces habremos hecho lo que está anunciado: un caos.
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Precisamente hace unos días vi un reportaje en TV sobre éste tema. Personas y familias que con éstos alquileres pueden salir adelante y pagar sus facturas. En cierta forma, ésta economía sumergida interesa a las Administraciones porque se descargan de subsidios y ayudas sociales. Por otro lado, a las empresas hoteleras les exigen cumplir con normativas cada vez más difíciles de afrontar, y ésto es injusto y hace imposible mantener negocios con la competencia desleal de éstas plazas turísticas de alquiler. Aunque pienso que ésto siempre ha existido sobre todo en épocas de vacaciones (¿ quién no ha alquilado apartamentos a particulares? El que esté libre de pecado.............Creo que va a ser complicado de solucionar y con las redes sociales e internet, se ha intensificado y se ha ido de las manos. Precisamente las Administraciones no pueden presumir de agilidad para tramitar determinados asuntos; y aquí hay muchos intereses detrás que hacen que todo sea más lento.
Saber que un problema existe y no abarcarlo para darle solución lo único que hace es engordarlo. En Turismo Rural la ilegalidad es uno de los grandes problemas y en cada CC.AA se combate al gusto.
Os recomiendo el post que escribí en su día aludiendo a las 17 Normativas - http://www.activosrurales.com/17-normativas-de-turismo-y-un-cliente-desorientado/
Graciasy un saludo,