Uvet es un grupo italiano de agencias de viajes, con más de mil oficinas en todo el país y más de treinta sociedades. Uvet, como todos, compite en un entorno difícil, en el que hay que luchar por el cliente cada día. El rival, por supuesto, es la agencia de al lado pero también lo es el mundo online, cuyas OTAs compiten muy agresivamente.
El gran activo de una empresa de viajes, la gran diferencia, es el trato al cliente. Es el personal, en una palabra. Muchas empresas piensan que el personal es necesario, pero algunas, además, piensan que allí radica la ventaja –o desventaja—competitiva. Porque muchos clientes van a un local o a otro en función de cómo les tratan porque, al final, el hotel, el avión o el crucero que cogerán no variarán drásticamente.
Como el personal es clave y como hay dificultades para captar lo mejor, Uvet ha cogido una isla, Santo Stefano, entre Cerdeña y Córcega, y durante cuatro días de septiembre hará un encuentro con unos 5000 trabajadores en todo el país para que los nuevos y los antiguos compartan sus conocimientos y sus experiencias. La empresa dice que habrá formación, pero que no sólo será eso sino también intercambio de conocimientos, porque lo que más valoran los clientes es que los agentes sepan de lo que hablan.
Cinco mil personas en un hotel –porque en la isla hay un hotel que se llama como la isla, Santo Stefano-- es un dineral que revela la importancia que el recurso humano, que el personal, que la plantilla tiene para las agencias de viajes. Al menos para las que han entendido una vertiente humana del negocio que las diferencia de los algoritmos mecánicos, fríos, insensibles.
Se trata de un meeting que UVET ha organizado para reunir los Personal Travel (una red de agentes de viajes sin agencia fisica) que son como maximo 100 personas . Los ha reunido ( tambien para hacer un poco de recruting) en el Hotel Santo Stefano de Sardegna ( que tiene 300 habitaciones) y que durante este verano ha acogido 5.000 clientes.