NEWSLETTER | PUBLICIDAD | | VISTA MÓVIL
EDICIÓN ESPAÑA

Estamos muy atrasados

Antes de los atentados terroristas del 11-S, con secuestro y destrucción de cuatro aviones, los sistemas de seguridad en los aeropuertos para viajeros y equipajes eran insuficientes y ahora, diez años después, siguen siendo obsoletos. No se entiende con los niveles tecnológicos con que cuenta el mundo. El director general de Iata, Tony Tyler, lo ha dejado meridianamente claro: “Dedicamos demasiado tiempo en controlar al 99,99 por ciento (del pasaje) que no tiene intenciones dañinas, cuando la detección de amenazas debería enfocarse en aquellos con mayores potenciales de daños”.

 

Los detectores para armas se comenzaron a implantar en los aeropuertos en la década de los setenta para evitar secuestros (todavía no se habían producido episodios comprobables de kamikazes), y hoy por hoy los arcos de detección tienen su base primordial en localizar metales. Es cierto que la última generación ya descubre explosivos. En cualquier caso, todavía, después de muchos casos de secuestro y explosiones a bordo, ha aumentado la presión contra el pasajero y ha avanzado poco la presión para la invención y aplicación de nuevas tecnologías a la seguridad, escáneres de desnudos aparte y otros artilugios electrónicos que violan la intimidad del pasajeros.

 

La última aportación de Tony Tyler: “Bajo un punto de seguridad simulado en la Conferencia Mundialde Seguridad Aérea, desarrollada en Amsterdan, los pasajeros son llevados a uno de tres corredores tras presentar sus pasaportes: azul para viajeros frecuentes, púrpura para viajeros normales y naranja para aquellos considerados de más riesgo. Los pasajeros no tienen que vaciar sus bolsillos, quitarse los zapatos ni someterse a chequeos antes de pasar por el túnel”. Claro que la selección dependerá del nombre en el pasaporte y del ojo clínico de la persona que ejerza el control. Parece otra aportación inviable para aeropuertos de gran trasiego y menos para los turísticos.

 

Nadie duda de que la seguridad aérea en uno de los gravísimos problemas de la aviación comercial. Es un asunto muy serio que está haciendo odioso el viaje en avión y a estas alturas de los avances científicos no hay un sistema que detecte todo lo potencialmente peligroso y no provoque molestias en el pasajero. Está bien que IATA lo denuncie, pero esa organización también tiene la obligación de hacer todo lo posible para buscar ese invento que conjugue seguridad y normalidad en los vuelos. Es el reto. Estamos muy atrasados.

 


    Acepto la política de protección de datos - Ver


    Noticias relacionadas



    Encuesta

    ¿Considera que habría que poner coto al alquiler vacacional en España?

    Ver Resultados

    Cargando ... Cargando ...




    Revista Preferente | REPORTUR | arecoa.com | Desarrollo
    Aviso Legal Política de Privacidad RSS Condiciones de suscripción Política de cookies