Sudamérica: la apertura va para largo

Debe ser la televisión. O quizás sea el efecto de las redes sociales. O es que han perdido la cabeza. No sé. Pero Iberia y Air Europa, y todas sus competidores que vuelan a Sudamérica, tienen por delante muchos meses de penurias, si sus políticos van a comportarse de forma tan estrambótica como los chilenos, sin duda los más serios del continente.

Ayer se supo las condiciones de la apertura de Chile, uno de los primeros en hacerlo, dado que tiene casi todo el país vacunado.

Esto es lo que llaman apertura. Sólo se puede viajar con doble vacunación; más una PCR hecha setenta y dos horas antes de viajar; más rellenar impresos; más cinco días de encierro obligatorio en un hotel, tras los cuales se puede obtener un certificado de movilidad que obliga a estar diariamente en contacto con las autoridades sanitarias durante quince días. A esto le llaman apertura. O sea que no viajará nadie porque estas condiciones son inaceptables, mucho más exigentes que las de Europa o de Estados Unidos, por poner casos similares.

A partir de ahí se puede entender que en Argentina ni siquiera dejen entrar a sus propios conciudadanos, y no hablemos de los extranjeros, pese a que llevamos ya año y medio de pandemia. No digamos otros países aún más impredecibles en su gestión pública.

Ese es el mundo en el que Iberia y Air Europa, y un pelín menos Air France, conseguían una parte sustancial de sus ingresos antes de la pandemia. Deberíamos, pues, prever que esto en Sudamérica va a durar mucho, mucho tiempo. Y, por tanto, el drama financiero de las aerolíneas.