Un vídeo del famoso Colate Vallejo Najera muy acaramelado en pleno vuelo con una azafata en el “galley” ha sido estos días la comidilla en el mundo de la aviación y en los medios informativos en general.
La actitud deshinbida del ex marido de Paulina Rubio con la tripulante, achuchón va y achuchón viene, no ha dejado indiferente ni siquiera a la prensa llamada seria (de hecho ha sido Abc el medio que publicó en primicia el vídeo).
Ya hubo en su día una movida a bordo de un avión con ocasión de la boda de Colate y la cantante mexicana. Los amigos españoles que viajaban al enlace armaron un fiestorro tan sonado en la business que el comandante del vuelo se vio obligado a poner orden.
El comandante no se cortó un pelo a la hora de llamarle la atención a los juerguistas y llegó a comunicarles que o paraban el jaleo o desviaba el vuelo y los dejaba en tierra,sin importarle que entre los verbeneros se encontraran accionistas de la aerolínea.
Situaciones atípicas como las anteriores se han vivido en otros vuelos, pero básicamente en la aerolínea del compadre de Colate. Por ejemplo, en uno con destino a La Habana el dueño bailó sevillanas con una tripulante trianera y salerosa.
Ahora el comportamiento de los tripulantes es muchísimo más serio que hace unas décadas. Antes había mucho cachondeo, sobre todo en los vuelos chárter pero también en la entonces compañía de bandera.
Anécdotas las de entonces que dan para hacer un programa especial en la cadena del cotilleo de luxe y de caspa. Sin duda, la más llamativa fue la de un comandante que, creyendo que ninguno de los pasajeros entendía español —un chárter en los 90 a Escandinavia— llamó por el altavoz a una azafata y le dijo que se pasara por cabina “para darle un repasito”…
Hoy los TCP y los comandantes no están para según qué cachondeos, entre ertes, eres y futuros laborales inciertos. El caso de Colate es una excepción en un sector que atraviesa su momento más delicado por la maldita crisis.
Dime con quien andas y te diré como eres. Y a buen entendedor, que mire las revistas del corazón