¿Qué busca el Gobierno con el Imserso?

El programa de viajes para mayores que organiza el Imserso está herido de muerte, según los hoteleros, que dicen que crearán una versión alternativa.

Según los hoteleros, no es posible operar viajes a 22 euros la noche con pensión completa, por lo que no quieren continuar. Dicen, pues, que no van a pactar con las empresas que concursen.

No se trata de darles la razón, de entrada, sin más, porque evidentemente los hoteleros, como todo el mundo, defiende sus intereses. Sin embargo, a mí se me ocurre una prueba para verificar si sus afirmaciones son ciertas: ¿podría alguien poner en el mercado alojamientos a 22 euros, con pensión completa? Francamente, me parece un precio disparatadamente bajo.

A partir de ahí, uno no termina de entender por qué el Gobierno, la ministra Ione Belarra en concreto, se empeña en no corregir este precio. Parece evidente que no es lógico, incluso sin contar con la inflación que estamos sufriendo en Europa en los últimos meses. 22 euros es un precio bajo incluso sin desayuno, comida o cena.

Es verdad que los clientes del Imserso en un hotel son un complemento. Si el hotel está abierto y tiene plazas vacías, es mejor un cliente a 22 euros que mantenerlas sin ocupación. Las habitaciones de los hoteles tienen esta particularidad, que no tienen precio. ¿Qué vale una cama de hotel a las once de la noche, cuando el hotelero ve que va a quedar sin ocupación? Pues un euro, digamos, porque siempre es mejor un ingreso mínimo que un ingreso cero, dado que los gastos asociados no varían.

Pero cuando incluimos la comida, hay un problema. Es verdad que el hotel no gasta en comedores, ni en mesas cuando recibe a los viajeros, pero si tienen pensión completa sí gastan en alimentos. Y ahora, con 22 euros, es tan poco lo que se paga que francamente, no veo que vaya a ser posible ofrecer un servicio.

Pero, hay otra cuestión importante aquí, derivada de la lógica del mercado: si el precio es bajo, los hoteleros no se tienen que quejar, simplemente no han de presentarse. Es lo que el Gobierno les está pidiendo. ¿Qué sentido tiene lo de años anteriores? Se quejaban, pero se presentaban como si nada. Si alguien se presenta y ofrece el servicio, es lógico que el Gobierno –y todos– entienda que el precio aún no era demasiado bajo.

Así que ellos verán. Y sobre todo harán.