Magaluf: no crea lo que ven sus ojos

Durante la World Travel Market de Londres, el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, hizo su trabajo con gran esmero. Habló de mil temas con mucha solvencia.

Como es habitual, como ocurre siempre, le preguntaron también por Magaluf, uno de los enclaves con peor imagen. Valdés respondió lo que debía: “Hace diez años que Magaluf ya no es lo que era”, dijo, dando una explicación de cómo España y en particular Mallorca han apostado por un turismo de otro nivel, con más calidad, con menos cantidad, con una visión diferente.

Estupenda respuesta que nos deja magníficamente.

Sólo hay un problema: ¿Ha cambiado Magaluf? Sí, ha cambiado porque diez años son diez años. Como mínimo, las cosas envejecen. Y, además, ha habido algunas cadenas hoteleras, fundamentalmente Meliá, que han hecho algunas inversiones interesantes.

Sin embargo, apreciando el esfuerzo de Valdés, les aseguro que Punta Ballena sigue siendo Punta Ballena, una verdadera asquerosidad impresentable a la que los británicos –e irlandeses, todo hay que decirlo– acuden masivamente a hacer el indio.

Valdés: te creo, por supuesto, pero aún creo más a mis ojos.