NH Hoteles, aire

NH Hoteles está ‘saliendo del hoyo’. Sus cuentas empiezan a cuadrar. Ha salido de pérdidas, aunque su ganancia neta en este tercer trimestre haya sido apenas simbólica. Lo más importante para la cadena que preside Mariano Pérez Claver es que se concrete la entrada de HNA para sofocar su deuda.

Hay síntomas de que esta vez los chinos van en serio. Aunque también hay algún dato que aviva las dudas. La apertura en China de un hotel de NH es un motivo para confiar en que el acuerdo llegará a buen término. También lo es el anuncio de Hainan de que pondrá un vuelo directo Madrid-China.

El acuerdo entre NH y HNA contempla una indemnización por si no se cumpliese de 25 millones de euros. El plazo vence el 15 de diciembre, en menos de un mes. ¿Por qué el trato lleva medio año sin llegar a ejecutarse? ¿Por qué la acción de NH vale casi la mitad de lo pactado con los chinos, aún después de la revisión?

En el programa de hoteles firmados de NH para los siguientes años no aparece el establecimiento en China cuya apertura se prevé a principios de 2012. Podría ser por haberse acordado más allá del 30 de septiembre, como ocurre con la inclusión de la venta del hotel Lotti en la reducción de la deuda de NH, que se ha pospuesto para el próximo trimestre.

La deuda de NH, por lo tanto, apenas ha variado. El 1 por ciento ha bajado, según ha revelado Preferente. Los más de 1.000 millones de euros no serían una asfixia si se concretase la llegada de más de 300 millones de los chinos. Ni tampoco lo serían si dentro de un tiempo tuvieran que contarse los arrendamientos como obligaciones contables.

NH Hoteles tiene 226 hoteles en régimen de alquiler, mucho más que su competidora española Meliá. Ahí tiene un gran quebradero el director financiero de la cadena, Roberto Chollet.

Pero la hotelera puede respirar. Es rentable, está ganando dinero. Está notablemente mejor de cómo la dejó Burgio. Parece que va en buen camino. Ha cosechado unos buenos datos pese a su alta exposición a España. Los resultados de la nueva directiva tardarán en llegar, lógicamente, pero hay señales esperanzadoras para el futuro. Y la cadena tiene alternativas si falla alguno de sus planes.