Malaysia: ¿Atentado?, ¿móviles sonando?

No se recuerda en los tiempos recientes un accidente de avión tan raro como el del Boeing 777 de Malaysia Airlines. Han pasado más de tres días y apenas se sabe algo. Los portavoces de la compañía casi han sido agredidos por los familiares de los pasajeros. Las pruebas que hay son del todo contradictorias. En el mar se encontraron restos de aceite pero no mucho más ni quedó claro que fueran del avión. Y al mismo tiempo, la noticia más desconcertante: que los móviles de los viajeros dan tono hasta saltar el buzón. En medio de este embrollo, un grupo terrorista chino se declara responsable de un atentado sobre el vuelo, mientras se alerta que hace unos días una compañía del país registró amenazas de ataques. Pero la Interpol descarta la hipótesis del atentado, pese al asunto de los pasaportes robados en dos pasajeros. Un desconcierto insuperable en la era de la tecnología, los pilotos automáticos, los arcos de seguridad y las cámaras por todo. Y desaparece un triple siete y nadie es capaz de decir algo con certeza. Además de que lo peor de este asunto es que tanto misterio va a alargar los días que el tema de un accidente aéreo va a estar en los medios de comunicación, lo que en cierta medida siempre disuade de volar en la psicología del consumidor.