El zapaterismo

Hidalgo demostró al mundo turístico este jueves durante el foro que protagonizó los frutos de ocho años de intensa labor para ganarse a miembros del anterior Gobierno socialista. Hacía mucho tiempo que no aparecían en público rostros como el de Magdalena Álvarez, David Taguas y Jesús Caldera, unos de los principales representantes de la primera fase del Zapaterismo. Y el momento elegido para volver a dejarse ver fue el día en que el impulsor de Globalia era el centro de atención.

Y en las palabras de Hidalgo, quedó claro por qué estas relaciones son tan importantes. Su obsesión ahora es llevarse a Air Europa a la T4. Y para conseguirlo lo mejor es el tráfico de influencias con los políticos, agasajarlos hasta que caigan rendidos a sus encantos. Los anteriores ministros de Fomento son vivos ejemplos de ello, de gratitud permanente al empresario salmantino. En el gabinete zapateril hubo varios viajes al Caribe.

Con el PP no ha empezado con el mejor pie. Y aunque al final de la legislatura los resultados pueden ser otros, parece que el nuevo partido en el poder no deja seducirse de la misma forma que los políticos socialistas con empresarios tipo Luis del Rivero o Florentino Pérez, habituados a jugar con ventaja gracias a sus movimientos entre bambalinas, y que hoy están donde están tras perder estas relaciones. Esos empresarios que no se pierden uno de esos desayunos que copan políticos para sentarse cerca de ellos y hacerles alguna petición al menor descuido.

Tal cual fue lo que ocurrió esta semana con la ministra de Fomento, cuya rectitud parece no tener nada que ver con la de sus predecesores Maleni y Pepiño. Hidalgo la abordó de forma algo grosera, como aseguraron los presentes, y como él mismo reconoció a posteriori, y se disculpó. Al presidente de Aena, el líder de Globalia le dejó también una mala imagen. El jueves, ni uno ni otro acudieron a su día grande. Soria, presentador del acto, fue el miembro más destacado del Gobierno. Pero para Hidalgo, el ministro más importante de cara a sus cuentas es el de Fomento.

En el Nueva Economía Fórum que protagonizó, la otra gran cara del PP en el acto fue la de Isabel Borrego. También poco relevante para las cuentas de Globalia. Los responsables de Fomento y los próximos a Moncloa son los objetivos, pues de ellos dependen las grandes decisiones. Con el zapaterismo quedó demostrado que encandiló a todos los que cortejó. Pero esa época se ha acabado, y los nuevos del PP parece que tienen una laxitud diferente respecto al conflicto de intereses.